Mazarrón: Reguero; Llamas, Ortega (Saura, minuto 66), Santi Silvar, Gavilán; Gámiz, Juanjo, Alvaro, Jorge González (Alex Colorado, minuto 57); Carrasco y Perona.

Mérida: Orlando; Chupri, Mansilla, Juli Ferrer (Grassi, minuto 87), Lupidio; Granada, Segovia (Juan Carlos, minuto 82), Jandro (Ismael, minuto 66), Cuevas; Sabino y Luciano.

Goles: 0-1. M. 55: Cuevas. 0-2. M. 68: Luciano. 0-3. M. 80: Sabino, de penalti.

Arbitro: Méndez Caballero, del colegio andaluz. Mostró la tarjeta amarilla a los jugadores visitantes Orlando y Juli Ferrer.

Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de Liga en el Grupo IV de Segunda División B que se disputó en el campo municipal de la localidad murciana de Mazarrón ante la presencia aproximada de unos 800 espectadores en las gradas.

El Mérida Unión Deportiva consiguió un triunfo claro y rotundo en Mazarrón (0-3), donde dio muestras de su potencial ofensivo para golear aprovechando su efectividad al contraataque, pues de ese modo obtuvo sus dos primeros goles. La sentencia la puso al transformar un penalti. Con ello el equipo extremeño se coloca en tercera posición de la tabla.

El partido comenzó con un aviso por parte del Mazarrón, que a los dos minutos pudo adelantarse en el marcador por mediación de Carrasco, pero éste no acertó a batir a Orlando, quien, después de una salida en falso, estuvo atento para despejar el peligro.

Al cuarto de hora de encuentro, el mismo Carrasco volvió a disparar contra el marco de Orlando, pero el meta atajó el esférico, y apenas un par de minutos después un lanzamiento de Gámiz desde fuera del área tras una falta botada en corto por el Mazarrón obligó a intervenir por tercera vez al meta del Mérida.

ACERCAMIENTOS El conjunto extremeño, que intentó sorprender a Reguero con lanzamientos lejanos y sin peligro a cargo de Chupri, fue sacudiéndose el dominio local conforme transcurrieron los minutos y pudo marcar después de que Lupidio botase un córner y Granada, anticipándose a los defensores azulgranas, rematase de cabeza. Reguero, bien colocado, evitó el gol.

Los de Machuca replicaron con una falta lanzada por Gámiz, que acabó con el balón fuera por encima del larguero y con un lanzamiento del escurridizo Carrasco, quien, en posición escorada, no encontró la portería visitante.

El conjunto dirigido por Fabri González volvía a pasarlo mal ante un rival que, basado en un juego directo y dejando de lado las florituras, se plantaba con bastante comodidad en las inmediaciones del marco emeritense.

El equipo blanquinegro echaba en falta una velocidad más para superar al Mazarrón y por ello Sabino y Luciano, sus dos delanteros, no encontraron ventaja sobre la zaga local en ningún momento en toda la primera parte, a la que se llegó irremediablemente con empate sin goles.

SEGUNDA PARTE El segundo acto comenzó movido, pues en apenas seis minutos Lupidio tuvo a su disposición dos faltas cerca de la frontal del área murciana, pero las desperdició, la primera enviando el balón alto y la segunda al disparar a las manos de Reguero. El Mazarrón, por su parte, tuvo el 1-0 muy cerca, pero Gavilán remató ligeramente por encima del travesaño visitante y acto seguido el que no falló fue Cuevas para poner en ventaja al Mérida.

Un contragolpe con pase final de Jandro hacia Cuevas dejó al menudo jugador solo ante Reguero, al que batió con destreza en su salida a la desesperada.

Los locales no estaban dispuestos a rendirse ante la superioridad del rival y cuatro minutos después tuvo una ocasión clara para nivelar la contienda. Carrasco, tras un fallo de la zaga blanquinegra, puso a prueba a Orlando, quien despejó el balón cuando la afición casi cantaba el gol.

EFECTIVIDAD El fútbol, además de juego es efectividad, y de eso hizo gala el Mérida actuando a la contra. Una nueva acción de este tipo, esta vez con Cuevas como asistente y Luciano como ejecutor, dejó el encuentro prácticamente sentenciado cuando más apretaba el Mazarrón.

Si había alguna duda de que los puntos se irían a terreno extremeño, un derribo de Llamas a Ismael dentro del área local y la posterior materialización del penalti por parte de Sabino se encargó de despejarla. El veterano delantero engañó a Reguero enviando el balón a su derecha cuando el cancerbero se lanzó hacia el otro lado.

Así se gestó la goleada de los jugadores de Fabri González en un partido en el que estuvo dominado durante la primera parte y en el que acabó imponiendo su calidad y su pegada, la que le faltó a su rival incluso para acortar distancias en los últimos instantes del encuentro