GETAFE: Ustari; Cortés, Rafa, "Cata" Díaz, Mané; Pedro León (Manu del Moral, min. 66), Adrián (Pedro Ríos, min. 78), Celestini, Parejo (Casquero, min.58); Albín y Soldado.

BARCELONA: Víctor Valdés; Puyol (Alves, min. 67) Piqué, Chygrynskiy, Abidal; Keita, Touré, Xavi; Jeffren (Messi, min. 58), Pedro (Iniesta, min. 58), Ibrahimovich.

GOLES: 0-1, min. 66: Ibrahimovichl. 0-2, min. 75: Messi.

ARBITRO: Iturralde González (Comité Vasco). Mostró cartulina amarilla a Keita (min. 51) por parte visitante y a Soldado (min. 77) por parte del conjunto local.

El Barcelona venció al Getafe, muy superior a los azulgrana en la primera parte, gracias a la salida providencial de Lionel Messi en el segundo periodo, cuando aplacó su rabia procedente de Argentina con una actuación sobresaliente que acabó con las esperanzas madrileñas de mantener el liderato.

Los partidos internacionales parecieron dejar exhaustos a varios de los jugadores del Barcelona. Sobre todo a Messi, que además de un cansancio físico arrastraba un desgaste psicológico importante después de dos derrotas consecutivas con Argentina. Por eso, Guardiola sentó a la estrella azulgrana junto a Alves, Henry e Iniesta, éste último bajo de forma tras tres meses de inactividad.

Con Jeffren, Pedro y el ucraniano Chygrynskiy sobre el césped, la escuadra azulgrana intentó aplicar desde el pitido inicial la doctrina Guardiola. El toque, la contención y la posesión no sirvieron en esta ocasión. El Getafe, bien puesto sobre el campo, consiguió, por momentos, hacerse con la pelota. Cuando no era suya, esperaba agazapado para salir al ataque con mucho peligro.

Y eso que Míchel sorprendió con Adrián González en la medular. Todos esperaban a Javier Casquero, pero el canterano del Real Madrid se hizo con un puesto en las labores de organización. Y no defraudó. Su actuación fue mucho más que correcta.

Con las mismas armas que en Santander a excepción de Juan Albín y Pedro León, el Getafe metió mucho miedo a su rival en el primer periodo. Dos tiros a los palos, uno de Roberto Soldado y otro de Albín, a punto estuvieron de poner el choque cuesta arriba al Barcelona.

Ambas ocasiones fueron las más relevantes antes del cierre del primer acto. Mientras, el Barça apenas creaba noticias. Sólo el desaparecido Ibrahimovich metió miedo. Y fue de casualidad, gracias a un fallo ajeno.

En la reanudación, Míchel adelantó las líneas de su equipo y presentó una propuesta más atrevida. La nueva táctica del técnico del Getafe convirtió el partido en un duelo de ida y vuelta, donde el Barcelona tenía más cosas que ganar y menos que perder. Entonces, Guardiola sacó a su artillería pesada y metió miedo a los aficionados azulones con Messi e Iniesta sobre el césped. La presencia de ambos imponía respeto.

Y así llegó el primer tanto del Barcelona. El miedo repentino de los madrileños trajo frutos para los azulgrana. El jarro de agua fría sentó muy mal al Getafe, que perdió todo el empuje y recibió incluso otro gol más.