Michael Owen protagonizó un estreno difícil en su primer día de entrenamiento con sus nuevos compañeros, con los que la barrera del idioma le impide la comunicación y salvo la compañía de su compatriota David Beckham, pasó en solitario, pensativo y expectante su debut.

Era el primer día de clase del "nuevo alumno". Owen mostraba la misma cara de un niño que vuelve al colegio tras el periodo estival. Comenzó conociendo a sus nuevos compañeros en el vestuario de La Ciudad del Fútbol de Las Rozas donde fue recibido por Camacho, su nuevo entrenador.

Estrechó la mano del capitán, Raúl González, y uno a uno se presentó a grandes futbolistas como Zinedine Zidane o Luis Figo. Sólo faltaban los brasileños Roberto Carlos y Ronaldo Nazario, y el defensa argentino Walter Samuel.

Minutos más tarde, era el único de los internacionales que se incorporaba a los entrenamientos, que se calzaba botas de fútbol. Owen no sabría que le esperaba una sesión de recuperación, y acompañado de Raúl, Helguera, Morientes, Michel Salgado y Beckham corrió suave junto al preparador físico, Fernando Gaspar, durante 30 minutos.