Nada en juego, salvo el honor de la victoria, en el Nuria Cabanillas en la tarde de ayer en la jornada número 17 de la División de Honor de baloncesto en silla de ruedas, antepenúltima de la competición y última como local para el Mideba Extremadura, que cumplió con una victoria ante el BSR Vistazul (78-67) con protagonismo de los menos habituales.

Muchas ganas de agradar a la afición por parte de los extremeños, en lo que ha sido una temporada de claroscuros, con victorias sorprendentes y derrotas agónicas, quizás todo ello motivado por el gran nivel de los equipos participantes en la máxima categoría de este deporte. Sin duda, el rival de ayer hacia dicho propósito más asequible, ya que el Vistazul, debutante en la categoría, cuenta sus enfrentamientos por derrotas.

Aunque el partido comenzó con relativa igualdad, pronto empezó a decantarse a favor de los extremeños, que pronto empezaron a distanciarse en el marcador y cerraron el primer cuarto con 32-15 en el electrónico. Aflojó el Mideba en el segundo cuarto, aunque eso no impidió que ampliará su ventaja y al descanso dejara el duelo prácticamente sentenciado (56-26). No dejaron de intentarlo los sevillanos tras el descanso. Eso, unido a la relajación en las filas pacenses, hizo que el partido se igualara, aunque los visitantes solo se acercaron en el último parcial.