El 18 de febrero el Coria perdió su primer partido de la temporada en casa. El conjunto celeste inició aquella jornada en segunda posición a un solo punto del líder y con ocho de ventaja sobre el quinto, la UPP, pero le sorprendió el Arroyo (2-3) y se inició una debacle que siete jornadas después ha acabado con el conjunto celeste fuera del ‘play off’ de ascenso. «Es normal que entren la dudas», afirmó ayer en declaraciones a este diario Miguel Rubio, técnico del Coria, optimista a pesar de todo: «Nos hemos complicado nosotros solos, pero no es nada que no se pueda solucionar, con la plantilla que tengo solo puedo pensar una cosa, que nos meteremos en el play off».

Ya no depende de sí mismo el Coria, aunque su técnico cree que si son capaces de ganar los seis partidos que restan los más probable es que sí consigan meterse en la pelea por al ascenso a Segunda B. En esa misma línea son las dos pancartas que ayer aparecieron en el campo de La Isla. «Creemos en vosotros», decía una, mientras que en la otra podía leerse «no os rindáis 18/18», en referencia a los 18 puntos que aún están en juego. La primera cita es este domingo (18.30 horas) ante un Moralo que pelea por el liderato con el Cacereño. «Tenemos que volver a sacar los tres puntos», añade Miguel Rubio, consciente de que las dos derrotas consecutivas (la primera vez que sucede esta temporada) han restado confianza a su plantilla.

Los motivos de la mala racha del Coria (tres derrotas, tres empates y una sola victoria en las siete últimas jornadas) son variados, cuenta el preparador, que prefiere no detenerse en ellos. Eso sí, tiene claro que «hay que solucionarlos desde ya». Las lesiones o la falta de jugadores importantes como Chema (que por motivos laborales no está al cien por cien) son uno de los motivos, aunque no el único. De momento, para el partido del domingo el Coria tiene a «cinco o seis jugadores» que son duda.

En cuanto a los rivales que les quedan (Moralo, Jerez, Azuaga, Santa Amalia, Diocesano y Trujillo), Miguel Rubia dice que por unos motivos u otros son ya todos «peligrosos».