Cuatro meses después de la salida forzada de Ramón Calderón de la presidencia del Madrid, le tocó el turno a quien llegara de su mano a la dirección deportiva, Pedja Mijatovic. Es la última víctima de la crisis madridista, que ya se llevó por delante a Bernd Schuster y que ha dejado sin posibilidades de seguir a Juande Ramos. Arsene Wenger, el técnico preferido de Florentino Pérez, se bajó ayer del carro del nuevo proyecto blanco, al que se sigue apuntando el portugués José Mourinho, ahora con más fuerza.

Faltaba un detalle para que la etapa de transición que representa Vicente Boluda al frente del Real Madrid resultara "ejemplar", que fue el calificativo que empleó Florentino Pérez hace una semana cuando hizo oficial su intención de regresar a la presidencia blanca.

Desde la dimisión forzada de Ramón Calderón, Pedja Mijatovic ha estado prácticamente cuatro meses sin función alguna al frente de la dirección general de fútbol madridista. Hasta ayer, en que el héroe de la séptima llegó a un acuerdo con la entidad para rescindir el contrato que le ligaba a esta hasta el 30 de junio del 2010. Y no era un día cualquiera. Ni que lo eligieran a conciencia. Justo ayer, se cumplían 11 años de aquel gol ante la Juventus. No se va de vacío, puesto que cobrará sobre un millón y medio de euros.

Después de esperar en vano su dimisión, a Boluda no le ha quedado otra que sentarse con Mijatovic para arreglar su salida antes de la llegada de quien será su seguro sucesor, Florentino Pérez.

"Estando próximo el fin de temporada, con el equipo clasificado matemáticamente en segundo lugar y habiéndose iniciado de manera oficial el proceso electoral, he considerado que era lo más oportuno con el fin de no interferir en los importantes acontecimientos que se sucederán en el club en las próximas semanas", dijo Mijatovic en una nota en la web del club.

En su gestión, que comenzó en el 2006, el Madrid ha gastado casi 300 millones de euros en fichajes. Su balance en títulos: dos Ligas y una Supercopa.

WENGER, MOURINHO Mientras, ni la mejor oferta económica imaginable ni la garantía de poder contar con la plantilla más competitiva que se pueda pensar han convencido a Arsene Wenger para cambiar el Arsenal por el Madrid. El técnico francés ya ha dejado claro que no tiene ninguna intención de dejar tirados a los gunners. El cambio de rumbo sobre la marcha apunta ahora a José Mourinho, que se deja querer desde el Inter.

"No hay nada de qué preocuparse, no hay problema. Me quedo en el Arsenal. Si hay cambios, los haré saber, pero no hay de qué preocuparse", declaraba ayer Wenger en el Daily Mail. Con su negativa a dirigir el equipo blanco, se esfuma también la posibilidad de contratar al centrocampista Cesc Fábregas, otra de la prioridades de quienes comandarán el nuevo proyecto madridista. Al mismo tiempo que el francés se desmarcaba, pasaba a ocupar un primer plano el mediático José Mourinho.

La prensa italiana asegura que ya ha habido contactos entre Pérez y su agente, Jorge Mendes. Mourinho no oculta su deseo de entrenar en España. "Hay quien puede pensar que quiero salir de Italia, pero no es verdad. Hacer un Grand Slam --ganar el título en Inglaterra, Italia y España-- es un objetivo de mi carrera", declaró a los dos días de ser campeón con el Inter. Su representante es el mismo que el de Cristiano Ronaldo, lo que no significa nada. Mientras se da por hecha la llegada de Kaká, Florentino no tiene nada claro el fichaje de Ronaldo. Ribery parece contar con más opciones.