El Real Madrid intenta echar tierra sobre las declaraciones de su director deportivo contra los árbitros. Consciente de las controvertidas palabras del director general Pedja Mijatovic tras el encuentro ante el Athletic (afirmó tener "la sensación de que es muy fácil pitarle al Real Madrid" y reconoció que en la entidad madridista estaban "preocupados" por arbitrajes que, según él, perjudican a su equipo), Ramón Calderón ha intentado dar marcha atrás públicamente. La polémica ha provocado el rechazo de buena parte del fútbol español.

Consciente de ello, el presidente se paseó el lunes por distintos medios para explicar su postura, aunque no evitó referirse al gol del azulgrana Messi la pasada temporada ante el Espanyol. "Marcó con la mano y ese gol pudo costarnos la Liga. A ese árbitro le dieron como premio la final de Copa del Rey", dijo. Luego apuntó en El Larguero que los árbitros "son humanos y cometen errores y un gran club nunca debe quejarse de los arbitrajes. Hay que ayudar a los árbitros".

INDIGNACION Pese a ese mensaje, las reacciones posteriores no han dejado de avivar el fuego. Mientras Joaquín Caparrós, técnico del Athletic, intentaba zanjar el asunto, Unai Emery mostró su indignación por las palabras de Mijatovic. "Me da vergüenza ajena que se quejen de los árbitros. Eso puede hacerlo Osasuna. Es como si quisieran justificar sus propios errores con terceros y eso pasa muchísimo", declaró el técnico del Valencia.

Mientras, el director deportivo del Real Madrid participaba en un acto público en el Bernabéu. Cuando le preguntaron por sus declaraciones del domingo, se limitó a decir: "Habrá oportunidades para aclarar y poder matizar algunas cosas que dije". En el corrillo posterior al acto, solo pudo añadir: "He dicho todo lo que tenía que decir sobre este asunto". Inmediatamente, fue rescatado por un miembro del departamento de prensa, que se apresuró a alejarle de los periodistas.

PERDER LOS PAPELES El entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, señalaba antes de viajar su equipo a Benidorm que ni su equipo ni el Real Madrid "se pueden quejar de los árbitros". A este respecto, rechazó cualquier referencia a las declaraciones del ejecutivo del Madrid, aunque al final sí que ha reconocido que las dos entidades más importantes de la Liga no pueden quejarse de los árbitros.

"Sinceramente creo que el Barça y el Madrid no se pueden quejar. Y si hablamos con seriedad, los dos equipos no se pueden quejar de esta situación porque a la larga siempre existen matices. Los deportistas tenemos la obligación de comportarnos. Ellos (árbitros) lo hacen lo mejor que pueden y ya está", razonó.

Por otra parte, el entrenador barcelonista espera no caer en esta trampa, aunque considera que tiene mecanismos para afrontar una crisis arbitral: "Quizá algún día, si pierdo los papeles, me queje. Si perdemos, tengo que convencer a los jugadores que es culpa nuestra. Este es el mejor camino para afrontar la situación. Si perdemos es culpa nuestra".

SCHUSTER Y RAMOS Por otra parte, técnico del Real Madrid, debe decidir hoy sobre si tensar la cuerda con Sergio Ramos, citándole para que viaje a Irún, donde el equipo blanco juega Copa del Rey mañana, o retomar la buena relación concediéndole descanso para que se recupere de sus problemas musculares. El defensa andaluz trabajó al margen del grupo, junto a Cannavaro, Heinze, Marcelo y Gago.