El milagro del 12 a 1 a Malta que sirvió para que España se clasificase para la Eurocopa de Francia-84 cumple mañana 20 años, un hecho histórico que dirigió desde el banquillo el inolvidable Miguel Muñoz y que se vivió con locura en el atestado Benito Villamarín de Sevilla.

Aquella noche fue algo increíble que quedará para siempre en los libros de oro del equipo nacional, que salvó una situación más que comprometida después de una vacilante fase de clasificación.

España llegó a aquel partido con Holanda en cabeza de grupo, pero con los mismos puntos y un coeficiente de goles en contra que la obligaba a ganar por 11 goles de diferencia, algo que no cabía esperarse ni en un partido de colegio, pero las cuentas salieron tras un partido agónico que nació incluso con sorpresa.

Problemas al inicio

En el minuto dos penalti a favor de España que Señor manda al palo. A perro flaco... Los de Muñoz, que salieron en tromba, no consiguen marcar hasta el minuto 15, con un gran cabezazo de Santillana. Quedaba mucho camino, pero por si la dificultad era poca llegó el empate en el minuto 24. Quedaban 66 minutos para marcar sólo 11 goles. Hasta el descanso dos dianas más para la esperanza: 3-1 con Santillana volando como nunca con la cabeza como arma.

La segunda parte empezó con un gol temprano en el minuto 3 de Rincón (4-1), uno de esos jugadores que representaron la famosa furia española, además ariete del Betis, por lo que sus goles tuvieron aquella noche un sabor, si cabe, más dulce. El mismo Poli aprovecha 11 minutos más tarde una cantada de la zaga maltesa y 5-1.

En el minuto 62 Rafa Gordillo, hace una de las suyas por la banda, centra y Antonio Maceda coloca la media docena. El sportinguista lo intenta sólo un minuto más tarde y vuelve a hacer diana (7-1). No hubo momentos para celebrar nada. Con la misma rabia que metían el balón en la meta maltesa lo sacaban para volver a la carga.

Los goles caían minuto a minuto. El octavo también llevó la rúbrica de Rincón, quien actuó como el hombre invisible entre la poblada zaga rival. Nadie le podía parar e incluso llegó a meterse con el balón dentro de la meta. Más de un defensa se pensó apartarse cuando veía llegar al español en velocidad.

Minutos locos

En el minuto 75 otra vez Santillana a pase de Gordillo. Era el 9-1. Enseguida, en el 77 el número mágico se instalaba en lo alto del estadio: 10-1 y otra vez Rincón. La duda se iba despejando. A diez minutos del final llegó el turno de Sarabia. Un toque sutil con el pie izquierdo y 11-1. En el 84 se hizo el milagro, firmado, como no, por Señor, la

única persona que creía aquella noche en semejante milagro. 12-1 y la grada gritando, ya ronca, "Sí, sí, sí, nos vamos a París". Qué noche aquella.

España jugó con Buyo; Señor, Maceda, Goikoetexea, Camacho; Víctor, Gordillo, Carrasco, Santillana, Sarabia y Rincón.