Volvió el Cáceres 2016 a España mucho más tranquilo que cuando se fue hace cuatro días. Las victorias ante el Clínicas Rincón, el jueves, y el Ovarense, el viernes, y una digna derrota frente al campeón luso, el Benfica, el sábado, han equilibrado en cierto modo el balance de resultados de la pretemporada (2-4). Y, sobre todo, el juego está empezando a ser más acorde con lo que se espera de una plantilla diseñada para estar arriba en la LEB Oro.

Faltan apenas diez días para que arranque la competición y en esta recta final Gustavo Aranzana aprovechará para transmitir los últimos conceptos de lo que quiere de sus jugadores. Tras el carrusel de amistosos de los últimos días, quedan dos compromiso pendientes. El primero de ellos, el miércoles a puerta cerrada en Fuenlabrada ante el equipo de ACB, tendrá seguramente menos valor que el último, el viernes en el torneo local ante el Benfica. Los cacereños buscarán venganza tras sentirse maltratados por el arbitraje en la final de Lisboa.

NOMBRES PROPIOS Esos 80 minutos servirán para seguir evaluando la progresión de los jugadores. Carlos Cherry y Francis Sánchez, erráticos en los primeros encuentros, son de los que más han mejorado últimamente, mientras que Jelani McCoy, que parece condenado a estar en el centro del debate durante la temporada, está alternando los buenos detalles con las actuaciones más bien decepcionantes. También hay que esperar que por fin debute José Angel Antelo, cuyos problemas en los pies se están prolongando en el tiempo más allá de lo esperado, a la espera de adaptarse a unas plantillas especiales que ha estrenado.

De momento, el descaro de jugadores como Jeff Xavier, Pablo Movilla y, sobre todo, Ryan Humphrey --líder en puntos y rebotes-- es lo más reseñable.