Periodista

El Cáceres entra en periodo de liquidación a partir de hoy. De no mediar una sorpresa mayúscula de última hora, los jugadores comunitarios y americanos cogerán las maletas y se empezarán a marchar, con lo que el partido del domingo ante el Auna Canarias se presentará como un funeral con un dolor inmenso para gran parte de la ciudad, que ha vivido un sueño en este tiempo. Así de crudo, así de fácil. Se acaban casi once años de lujo, se termina de escribir una historia preciosa, de éxitos y de emociones indescriptibles. Me cuesta creer que esto sea así, pero la defunción es casi un hecho. Nos lamentaremos siempre. Uno, como aficionado al deporte, no entenderá nunca cómo se ha llegado a este punto de miopía empresarial y, sobre todo, política.