El Cáceres ha cambiado el guión habitual de su próximo desplazamiento, en este caso a Melilla. Las estrecheces económicas mandan tanto que el club ha apurado hasta el último momento antes de organizar su viaje a la ciudad autónoma, que se realizará por carretera hasta Málaga, para enlazar después con un avión desde el aeropuerto andaluz. Y todo por poder costear los gastos que se generan, que parecen más en una época de crisis económica galopante que asfixia al club.

"Hemos tenido que romper la hucha", dijo ayer irónicamente el presidente, Juan Francisco Luis. La política de reducción de gastos se está llevando hasta el último extremo. "Lo normal es que hubiéramos ido a Melilla desde Madrid, por aquello de la comodidad, pero hemos estado echando cuentas y nos conviene mucho más ir desde Málaga", aseguró el aún presidente.

El resultado, al menos aparentemente, es satisfactorio: el club se ahorrará alrededor de 1.800 euros (sobre 300.000 pesetas), según calcula el propio presidente. Hasta hace unos días, hubo alguna duda sobre la celebración del partido porque el Cáceres estaba a cero, pero ahora, al menos, se ha podido salvar el expediente, aunque el propio Luis asuma que el viaje en avión desde Madrid "hubiera sido bastante más cómodo".

Las urgencias en la tesorería verdinegra llegan mucho más allá que las propias de la falta de cobro de jugadores, técnicos y empleados de la entidad. Por ello, la búsqueda de una solución urge más que nunca. "Tenemos que conseguirlo ya", deseó el presidente.

A DOS BANDAS Mientras tanto, los directivos continúan intentando conseguir fondos para hacer frente a la crisis, al margen de que llegue o no el grupo de empresarios liderado por Pedro Núñez. Las negociaciones con una firma no extremeña es la gran novedad de las últimas horas, aunque la respuesta en positivo está lejos aún de asegurarse. "Tenemos que culminar las gestiones lo antes posible", manifestó Luis, quien no quiso concretar más detalles.

Tampoco ha sido demasiado explícito Pedro Núñez, que espera estos días la respuesta de una entidad bancaria para embarcarse en el proyecto y volver al Cáceres. En el caso de que ninguna de ellas acepte adelantar el dinero de la subvención municipal, el grupo de empresarios no parece en absoluto dispuesto a hacerse cargo de la Fundación.

Mientras tanto, el entrenador del Cáceres, Ñete Bohigas, dijo a Efe que la complicadísima situación económica del club extremeño, que ha provocado la marcha de Derrell Washington, Mike Higgins y Bryan Sallier, se hace cada día más insostenible. En su opinión, "cada día es más difícil trabajar en esta situación, y no ya por que los jugadores y el cuerpo técnico seguimos sin cobrar, sino porque nosotros antes éramos un equipo supercompetitivo, que aspiraba a todo, y ahora llevamos cinco derrotas consecutivas, y cada jornada con los ánimos más hundidos".

El principal problema no radica en las cinco derrotas cedidas de forma consecutiva, o que dentro de un tiempo se puedan solucionar los problemas financieros, apuntó Bohigas, sino en que una vez que se entra en una dinámica perdedora, "es muy difícil salir de ella, aunque se fichen a dos jugadores, porque hay que recuperar la propia idea y personalidad perdidas". El americano Antony Stacey sigue en la recámara.