Ya está. Ya se consiguió. El objetivo fundamental planteado a inicios de temporada se ha alcanzado, y éste no era otro que meterse en los ´playoffs´ de ascenso a la tan añorada ACB. Por ello, desde aquí quiero felicitar a los jugadores, cuerpo técnico, directiva y afición (para ellos la temporada también ha sido dura, y en muchos momentos hasta tensa). Ha sido un éxito que no se habría conseguido si no hubieran ido todos en la misma dirección.

Pero ya está. Todo lo conseguido ya es pasado, y hay que mirar hacia delante pensando en lo que toca jugar y plantear los nuevos objetivos a conseguir. "Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá" (Harold MacMillan, 1894-1986).

Es habitual que en este momento se empiecen a hacer cábalas acerca de los posibles rivales, de cual conviene en función a nuestras posibilidades, si ganar en La Palma puede ser positivo o negativo en función del rival que pueda tocar, etc. Jugar unos ´playoffs´ implica jugar contra los mejores equipos de la competición, y todos ellos conllevan una dificultad enorme. Yo prefiero pensar en mi equipo, en estar metido al cien por cien en la competición, tratando de ganar el último partido de liga, no solo por conseguir la victoria, si no más por el hecho de seguir ganando y el refuerzo positivo que ello conlleva. Luego a esperar qué rival toca y centrarse en el primer encuentro, sin mirar más allá. Todo lo demás es despistarse de lo realmente fundamental: el siguiente partido.

Me gustan mucho las palabras de Aranzana en las que declara que su equipo va a ir a tope independientemente del rival que toque, y que le gustaría acabar ganando la fase regular. Ese es un síntoma de que, además de experiencia, es un ganador que no se conforma con el hecho de haberse clasificado para las rondas finales, si no que quiere más. Esperemos que haya sido capaz de contagiar este ánimo al equipo y podamos disfrutar de unas eliminatorias de ascenso formidables, eso sí, pensando partido a partido.