Dentro del imaginario colectivo de los once años del Cáceres en la Liga ACB, a José Antonio Paraíso podría considerárse sin demasiadas discusiones como el jugador más importante. Fueron siete temporadas en las que la afición local le idolatró y unió su destino a que entrasen sus canastas. Seguramente su marcha en el 2001 fue el principio del fin, aunque supusiese un enorme respiro económico. Ahora, irónicamente, el declive del club verdinegro y el del alero de Torrejón han llegado casi de la mano.

Mientras que el Cáceres está en las catamcumbas del baloncesto --en la mitad de la tabla de la quinta categoría nacional, nada menos--, Paraíso continúa en la Liga ACB, pero en un puesto insospechado para él hace relativamente poco, cuando era un fijo en la selección. Es el jugador que menos tiempo está en cancha del Granada, al que llegó la temporada pasada como estrella.

Recuerdos

Este fin de semana, si Sergio Valdeolmillos decide alinearle ante el Menorca, cumplirá 450 partidos en la ACB, entre los 20 jugadores que más contabilizan en la historia. Sin embargo, la situación no es ideal: apenas ha sumado 20 minutos en cancha en cinco partidos en lo que va de liga.

Los 450 partidos en la máxima categoría han merecido que el portal de internet oficial de la ACB le dedique una larga entrevista. A sus 34 años, Paraíso mira hacia atrás y, aunque como momentos concretos se queda con el título de la ULEB que consiguió con el Pamesa y el bronce en el Eurobasket de Turquía-2003, afirma que en fue en Cáceres donde se realizó como jugador. "Allí era uno de los jugaodres más importantes y pude sacar todo el baloncesto que llevo dentro. Fueron unos años increíbles", comenta. En el Cáceres lidera las clasificaciones históricas de puntos, rebotes y minutos jugados.

De vez en cuando ha podido vérsele por la ciudad, la última vez el pasado verano en el campus que organiza el colegio San Antonio. Respecto a la desaparición de la élite de los cacereños, indica que la ha sentido profundamente. "Viví allí muchos años y sé lo que suponía para ellos tener un club en la élite. Es una ciudad donde se vive con mucha pasión el baloncesto y creo que se merecen tener un equipo entre los grandes. Es una pena y sólo espero que con el tiempo se recuperen y consigan poner otro equipo entre los mejores", declara.

Atrás también queda su polémica marcha al Pamesa Valencia, que pagó más de 200 millones de pesetas por él. "La oferta era muy buena a todos los niveles y además ofrecía la posibilidad de luchar por títulos", recuerda. Al final sólo se llevó la Copa ULEB, aunque jugó una final de la ACB ante el Barcelona y disputó una Euroliga. Paraíso dice estar bien físicamente, con ganas de seguir jugando, y afirma que se entrena "con mucha ilusión" para contar más en Granada. Estuvo a punto de ir al Fuenlabrada, pero no hubo acuerdo.