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Salió del ‘mini bache’ el Al-Qazeres Extremadura de una manera contundente, con un expresivo 82-57 ante el Embutidos Pajariel Bembibre que le permite recuperar sensaciones optimistas. Lo de la cantinela de que se acerca a la permanencia ya cansa un poco. Más que posiblemente, perder todos los partidos desde ahora hasta el final no supondría el descenso. Quizás sea el momento de pensar más en grande, en entrar en los playoffs, en cuya zona terminará una jornada más.

Es lo que merece un equipo solidario y hasta brillante por momentos. Encantador, en suma. Todas aportan y todas tienen claro su papel. La segunda etapa en la Liga Femenina no está pudiendo ser más emocionante. El descenso de hace dos años ya solo es un oscuro recuerdo.

Pese al resultado, no fue tan simple. Hubo un momento terrible que hubo que superar y que se hizo muy decentemente. Otra muesca positiva más en un año para enmarcar.

El primer cuarto fue ya fantástico. Olvidando los dos recientes tropiezos ante Promete y Girona, las cacereñas salieron con una hermosa agresividad, provocando numerosos errores del rival y encontrando fácilmente la canasta, muchas veces en transición.

Todas parecían enchufadas, desde la dirección primero de Irena Vrancic (pese a que no vio aro) y luego de Mariona Martín y siguiendo con el tiro de media distancia de Pam Rosanio y Ameryst Alston. Como es habitual, Julie Forster dominaba los tableros y acumulaba un brutal 17 de valoración en los primeros diez minutos, que acababan con el contundente 25-6.

El paseo militar llegó hasta el 35-13 (min. 14), a partir de lo cual el Pajariel Bembibre empezó a jugar un poco más cómodo y encadenó un parcial de 0-10 que fue frenado a tiempo.

Un triple con suerte de Vega Gimeno en el último segundo dejó el resultado al descanso en 44-33, una renta que podía saber a poco a la vista de los méritos de unas y otras.

SEGUNDA PARTE / El regreso del vestuario no fue nada bueno. Tres canastas consecutivas de las bercianas dejaron un inquietante 44-40 (min. 23). Fue una fase bastante crítica y zozobrante, porque perder una ventaja tan amplia en tan poco tiempo puede dejar tocado a cualquiera.

La respuesta fue colosal. Un triple de Rosanio por aquí, un ‘2+1’ de Alston por allá y el esfuerzo colectivo en defensa volvieron a poner la tranquilidad en el Serrano Macano en un abrir y cerrar de ojos (63-42,min. 29).

Empezaba entonces otra batalla: la de remontar el average desfavorable del partido de la primera vuelta, resuelto con 19 puntos de diferencia a favor del Bembibre (88-69).

También se ganó, incluso con el buen detalle de dar minutos a dos jugadoras que aunque no sean claves en el desarrollo de los partidos, sí realizan un trabajo imprescindible en los entrenamientos: las hermanas Silvia y María Romero.

Fue una recta final estelar de Pamela Rosanio --siempre con la mira telescópica preparada-- y Julie Forster, que completó sus numerazos con 21 puntos, 15 rebotes, 3 asistencias y 2 robos (34 de valoración).

Al final, fiesta en el Serrano Macayo, como en casi toda la temporada. La afición se despidió del equipo, que dentro de dos semanas tendrá la cita histórica de la Copa de la Reina. Por medio, visita al Cadí La Seu. ¿Permanencia? No, a por playoffs, hombre.

3Al-Qazeres Extremadura: Irena Vrancic (3), Pamela Rosanio (23), Ameryst Alston (17), Miriam Forasté (9), Julie Forster (21) --cinco inicial-- Silvia Romero (0), María Romero (0), Duby Dacic (2), Mariona Mar´tin (5), Elena Corrales (2).

3Embutidos Pajariel Bembibre: Dragana Svitlica (10), Aleksandra Stanacev (2), Vega Gimeno (9), Ariel Edwards (8), Ekaterina Fedorenkova (8) --cinco inicial-- Esther Montenegro (12), Itziar Germán (3), Brianna Banks (5).

3Marcador por cuartos: 25-6, 44-33 (descanso), 67-46 y 82-57 (final)

3Árbitros: Alejandro López y Javier Villanueva. Eliminada: Svitlica (min. 38).

3Pabellón: Serrano Macayo.

3Espectadores: 500.