Moralo - 0: César Carrasco, Dani, Manu, Barbero, Rodri, Lolo, Andrés (Arellano, minuto 60), Emilio Gil, Fran Mancha (Asiel, minuto 76), David Toribio (Pulido, minuto 65) y Gallardo.

Imperio de Mérida - 0: Juli, Francis, José Antonio Isco, Raúl, Samuel, Chico, Vilorta, Angelito (Zarza, minuto 84), Perico (Pla, minuto 70) y Ordóñez.

Arbitro: Aparicio Alvarez (1). Expulsó a los locales Gallardo y Emilio Gil, ambos en el minuto 55 y mostró cartulinas amarillas a Andrés y Gallardo en el Moralo y a Raúl, Juli, Francis, Chico, Vilorta, Ordóñez y Pla.

Incidencias: 150 aficionados en el Municipal. Terreno de juego en lamentables condiciones y peligroso para la integridad de los jugadores. Los dos equipos estaban de acuerdo en no jugar pero se impuso la opinión del árbitro.

Aunque uno pretenda creer que ya lo ha visto todo en el fútbol, el deporte rey siempre reserva sorpresas de vez en cuando. Porque sin duda no fue normal que el Imperio no se llevase ayer los tres puntos de Navalmoral tras jugar con dos futbolistas más durante casi 40 minutos de juego efectivo. La razón principal de este hecho responde al partidazo que se marcó el Moralo. Derroche de pundonor y garra (al que tampoco fue ajeno el propio Imperio) para aguantar en inferioridad y sumar un punto que supo a victoria a los verdiblancos. Y casi fueron tres, porque Emilio Gil lanzó fuera un penalti en la primera parte.

La jugada clave del choque tuvo lugar a los diez minutos de la reanudación cuando el árbitro expulsó simultáneamente a los locales Gallardo y Emilio Gil. Ninguna pega a su decisión. El primero la vio por pasarse en su intento de arañar un balón y el segundo por insultos al colegiado. El de su expulsión no fue el único error de Emilio Gil ya que en la primera parte había enviado fuera un dudoso penalti cometido por el meta Juli sobre Fran Mancha (m. 28). El partido estuvo condicionado por el penoso y peligroso estado de lo que antes se llamaba césped del Municipal. Y fue tan igualado que todo el mundo esperaba una jugada aislada que decidiera.