DITER ZAFRA 1: Raúl, Checho, Aguilera (Dieguito, M. 70), Carlos Abela, Dani Mayo; Pibe (Carlos, M. 55), Macías, Martín Tártara, José Luis; Juanma y Alex.

MORALO 4: Toni García; Castillo, Edu Fenoy, Emilio Pinto, Rodri; Arellano, Fajardo (Modesto, M. 86), Alberto, Jacinto (Diego, M. 89); Emilio y Garzón.

GOLES: 1-0 M. 16: Martín Tártara. 1-1 M. 19: Fajardo, de penalti. 1-2 M. 36: Rodri. 1-3 M. 40: Edu Fenoy. 1-4 M. 78: Garzón.

ARBITRO: Gutiérrez Roldán (Andaluz). Mal. Expulsó a Juanma y Arellano y amonestó a Castillo, Emilio, Raúl, Arellano, Alberto y E. Pinto.

Evidencia incontestable de la grandeza y la miseria que encierra el fútbol, el derbi regional de ayer en el Nuevo Estadio de Zafra se lo adjudicó un Moralo que comenzó perdiendo y que logró cuatro goles en cinco disparos a puerta. Enfrente, un Díter absolutamente desesperado, porque hizo todo lo que hay que hacer para ganar un partido --aunque lo de la solvencia defensiva sería tema aparte--, y vio como lo sacaban del duelo a cañonazos. Rodri (m. 36) y Edu Fenoy (m. 40) sacaron petróleo de la línea de rechaces del área segedana y con sendos zapatazos que buscaron la escuadra hicieron inalcanzable la renta de un cuadro visitante que había empatado gracias a un penalti que le dio vida. Los de Marcos, que rompieron el marcador y ofrecieron una esperanzadora imagen a su afición antes del zafarrancho de combate, tuvieron que frotarse los ojos antes de desesperarse ante tanta mala suerte, esa misma que siempre se ceba en el colista.

El derbi de ayer lo condicionaron un terreno de juego casi impracticable, por la manta de agua que cayó antes y durante el partido, y por un colegiado tan posturitas como horrible en su labor. No dio una a derechas y no se le fue el partido de las manos porque el duelo de ayer afortunadamente no tuvo nada. Pero los dos equipos puede reclamar por igual a un mal colegiado que, en la jugada clave, pudo acertar.

MARTIN TARTARA INAUGURO

Posiblemente el jugador más listo del choque, el argentino Martín Tártara, había inaugurado el marcador a los 16 minutos. Esperó en el segundo palo un centro de Checho y desnudó las sorprendentes concepciones defensivas de un bloque tan compacto como el Moralo.

Sin embargo un penalti tan imbécil como inocente, muy protestado por los locales pero con pinta de ser, los volvió a meter en el partido. Fajardo no suele fallar y ayer no hizo excepción alguna a su regla. Con 1-1 al Díter se le aparecieron todos sus fantasmas mientras el Moralo se vio arropado por una moral inquebrantable. El equipo de Iglesias enseñó al de Marcos que en esta categoría los merecimientos sirven de poco y tiene más vigencia que nunca lo de obras, o goles, son amores y no buenas razones. Cuando Rodri y Fenoy bombardearon la meta local los temores azulinos eran una cruda realidad. Garzón (m. 78) sólo tuvo que aprovechar el mal fario local para redondear el 1-4 en un saque de falta que contó con un inoportuno resbalón de Raúl para colmo de males. Con todo, no parece que exista camino alguno para los zafrenses que perseverar en el trabajo y esperar tiempos mejores. Y el Moralo ya tiene su licencia para soñar.