El moribundo aún respira. Aunque el estado del Cáceres continúa siendo de máxima gravedad, José María Bermejo avivó con dosis de claro optimismo --por primera vez en esta semana-- la crítica situación del club cacereño. Tras una "importantísima reunión", como él mismo calificó, con representantes de la Liga ACB y de la Agencia Tributaria, el máximo mandatario de la entidad desveló un acuerdo para congelar de nuevo los pagos pendientes. "He sacado conclusiones muy, muy positivas de cara al futuro sobre los problemas que tenemos con Hacienda", celebraba ayer durante su viaje de vuelta a la capital cacereña.

"La preocupación máxima sigue estando en la deuda vencida", dijo ayer a este diario Bermejo, que sigue sin tirar la toalla y que tras la bocanada de aire recibida abandona temporalmente las tentaciones de renunciar a la presidencia verdinegra.

BUENA SINTONIA

Agradece la buena sintonía por parte de la Liga ACB, que sigue confiando en el proyecto cacereño para que se mantenga en la élite del baloncesto nacional. "La ACB, como siempre, ha estado fenomenal", afirma.

"La deuda que tenemos con la Agencia Tributaria ha quedado muy bien negociada y supone un gran respiro. A nadie se le puede ocultar que en la situación en la que estábamos, Hacienda podía en cualquier momento ejecutar los avales que tiene y haber embargado totalmente el club y habernos obligado a la desaparición, pero ha habido mucha sensibilidad por parte de todos", analiza.

Bermejo entiende que la compresión por parte de Hacienda se debe fundamentalmente a que "han visto un compromiso serio" y asegura que el club a partir de ahora va a cumplir todos los compromisos que se adquieran. Acusa que en el pasado no se cumplían las obligaciones que se prometían.

Espera un empujón en el apoyo del ayuntamiento "para poder sacar adelante la póliza de crédito".

Uno de los principales frentes que tiene abierto la sociedad en la actualidad es solventar el retraso de los cobros de la plantilla.