El próximo domingo tiene una cita especial, algo así como la que le lleve al final de un largo camino, en el partido Atlético Pueblonuevo-Badajoz. Por él no sería la última, pero los 40 años, por muy joven y en forma que se sienta, son el tope fijado para Segunda B y Tercera. El árbitro Manuel Ángel ‘Lolo’ Moruno Gala (Azuaga, 26 de noviembre de 1976) dirigirá su último encuentro en la Tercera extremeña, en la que ha encadenado 15 años consecutivos siendo uno de los colegiados más respetados. En idéntico caso está José Ángel Sánchez Sánchez-Porro.

«Esto del fútbol y del arbitraje es así. A mí me hubiera encantado seguir más años, porque a mí esto me apasiona», afirma Moruno Gala. «En Madrid han querido otro tipo de árbitro, con otro perfil. Fui llamado a unas pruebas para subir con 32 años, pero debieron decir: ¿dónde va este viejo, calvo y gordo?», asegura el protagonista cuando es cuestionado sobre por qué alguien como él no ha llegado más arriba en este particular mundillo.

Apoyo familiar

Él se queda con que ser árbitro le ha divertido. Ahora solamente lo puede hacer a nivel de aficionados. Dice que se lo va a pensar y que la primera que le ha animado siempre a ejercer de colegiado ha sido su mujer.

Pero a él, que sí le hubiera gustado subir más peldaños, tampoco le importa demasiado no haber logrado pitar a un mayor nivel de categoría. «Cuando me metí en el arbitraje mi objetivo era llegar a Tercera, y eso sí lo he conseguido», zanja.

Pasión por el colectivo. Pasión absoluta por el silbato y las sensaciones que provoca. Sus palabras destilan esa realidad para este colegiado, profesionalmente dedicado al cereal, pues trabaja en la empresa Agroazuaga, de su localidad natal, «que es de lo que como, ya que en el arbitraje se gana muy poco», espeta con gracejo mientras pasa unos días de vacaciones fuera de la región.

«Fui portero, y subí a Tercera con el Azuaga», cuenta orgulloso. Tenía entonces 20 años. Primo de Enrique Ortiz, exjugador entre otros del Cacereño, Moruno Gala afirma que nunca ha tenido problemas de intentos de agresiones, aunque asegura que «en un partido en Valdivia, hace unos años, al entrar en vestuarios con sus dos asistentes, y hablando con la pareja de la guardia civil que les cubrirían, estos nos dijeron: ‘venga, de darnos, nos dan a los cinco’».

El colegiado también cuenta que «alguien» le ofreció 3.000 euros por hacer que ganara un determinado equipo. «Por supuesto que ni me lo pensé; le dije, venga, vete de aquí, o algo así», aduce. Es Moruno Gala, un árbitro muy especial.

Para él, el «mejor» colegiado del momento es el extremeño Jesús Gil Manzano, amigo personal y referencia indiscutible. «Por eso está donde está, al máximo nivel». Y lo dice, como es él, tan convencido.