No hay indicios de que el conflicto de la F-1 se solucione. No hay arreglo si la FIA no da a los equipos más tajada del pastel de los ingresos que está recibiendo. Y para enrarecer más la situación, la FIA hizo pública ayer la lista de equipos inscritos para el mundial 2010 en la que solo reflejó las condiciones que habían impuesto Renault, Toyota, BMW, McLaren y Brawn, y a los que concede hasta el viernes para formalizar su situación.

Ferrari, Red Bull y Toro Rosso, en la misma situación que los cinco primeros, fueron inscritos de oficio sin condición alguna --la FIA entiende que estaban comprometidos por contrato--, lo que acabó de enfurecer a la escuadra de Maranello, que se apresuró a anunciar que no correrá en este formato.

Condicionantes

"El 29 de mayo pasado, Ferrari presentó su inscripción sujeta a determinadas condiciones. A día de hoy, tales condiciones no están satisfechas. A pesar de ello y de haber enviado un escrito a la FIA avisándole de ello, la federación ha inscrito a Ferrari en la lista de participantes sin condiciones en el próximo Mundial. A fin de evitar cualquier duda, Ferrari confirma que no participará en el Campeonato del Mundo FIA con un reglamento adoptado violando los derechos de Ferrari suscritos en un acuerdo con la federación", dice la escudería en un comunicado que coincide con el de Red Bull, propietaria de la escudería del mismo nombre y de Toro Rosso.

La polémica sigue estancada y el mundo de la F-1 se mueve en un mar de dudas de cara al futuro, para el que nadie sabe cómo prepararse. Ni el poderoso Mosley sabe realmente a qué atenerse ante las dificultades en las que están sumidos.