Hacía tiempo que el Cáceres 2016 no levantaba la voz en contra de un arbitraje. Parece que desde que llegó Gustavo Aranzana al banquillo, la estrategia era más bien callar ante las posibles injusticias. Sin embargo, el domingo en Mallorca (derrota por 79-78) se rompió esta norma no escrita por lo sucedido en los últimos segundos y el enfado es considerable.

Primero, y poco antes del mortífero triple de Shaun Green, los árbitros del encuentro, Angel de Lucas y Javier Jerez, no señalizaron a favor de los cacereños un fuera de banda que posteriormente Aranzana estimó como "clarísimo". "No sé dónde han visto que hemos sido nosotros los que hemos tocado la pelota. En un partido así, a cara o cruz, esto es decisivo", declaró el técnico visitante. Después, cuando Green ya había anotado su tiro ("espectacular, bien defendido", dijo Aranzana), Carlos Cherry penetró a canasta en busca de una falta o un enceste decisivo y no encontró ninguna de las dos cosas. "Mi jugador se queja que ha sido personal, pero eso ya yo no lo sé", agregó el técnico.

El Cáceres 2016 no piensa presentar ninguna reclamación porque considera que no serviría de nada y esperará más bien a que el supuesto error más bien se compense en otra situación similar. Ya se sabe que jugando fuera de casa, puede ocurrir esto.

Mirando a Burgos

El equipo, que pese al disgusto no pierde pie en su batalla por entrar en los playoffs , empezará a preparar hoy la cita del próximo viernes ante el Ford Burgos, sin duda la más complicada que le queda en su calendario hasta el final de la liga regular. Luego esperan Vigo, Palencia y La Palma fuera y Ourense y Cornellá en casa.

Para el choque del viernes, pagarán los abonados --10 euros los adultos, la mitad el resto--, aunque recibirán gratis otra entrada para la cita ante el Ourense. El club recomienda pasar por taquilla lo antes posible para evitar colas.