"Vivió por y para la moto". El apunte que hacen los más cercanos a la figura de Carlos Hernández López (Gajates, Salamanca, 23-9-1937) da idea de la relevancia de este personaje, fallecido hace unos días en Cáceres, ciudad en la que vivió buena parte de su vida. Sus amigos y allegados han lamentado la muerte de un verdadero deportista, al tiempo que han subrayado la importancia de su labor en pro del motocross, fundamentalmente.

Carlos Hernández era un cacereño más, pese a que sus comienzos estuvieran en Salamanca, ciudad en la que a los 16 años ganó su primera carrera. Y es que, por encima de todo, era un deportista que logró grandes éxitos a lomos de marcas tan míticas como Bultaco.

Subcampeón de España En su historial como piloto, figuran varios triunfos a nivel nacional, llegando incluso a ser subcampeón de España de 125 centímetros cúbicos, además de sobresalir en distintas categorías.

Fue, realmente, uno de los culpables de que el circuito malpartideño de Las Arenas (ahora afortunadamente recuperado para la causa) acogiera las primeras carreras de motocross, aquellas que tanta expectación despertaron en la mañana de los domingos y que dejaron el poso para la afición a la moto actual.

Desde sus negocios en la ciudad, propició que las motos tuvieran un protagonismo impresionante. "Fue uno de los padres, si no el padre, del motocross en Cáceres", dice uno de los que ha sido su amigo.

Por todo ello, en la ciudad extremeña han sentido mucho la muerte de este deportista ejemplar, que hizo tanto por quienes le rodeaban y le admiraban.

El mundo de la moto está de luto, pero al mismo tiempo de enhorabuena por todo lo que aportó este apasionado del deporte en general.