Mourinho no es feliz en el Madrid. Acostumbrado a hacer y deshacer en todos los clubs, en el de Concha Espina no gobierna a su manera. El enfrentamiento abierto con Valdano, la postura de Florentino, que apoya al director general y que desoye las peticiones del portugués de fichar a un nueve desde la pretemporada, han derivado en un profundo malestar del técnico, que también se siente solo en su cruzada contra los árbitros. En medio de ese clima de alta tensión, el Madrid visita hoy (22.00 horas, Canal +) al Atlético con la renta del 3-1 de la ida de cuartos de Copa.

No se sabe lo que aguantará antes de explotar definitivamente y tomar una decisión drástica sobre su futuro. Ahora mismo, en el Madrid nadie asegura que Mourinho llegue a cumplir su segundo año en el banquillo y, de hecho, ayer empezó a circular que tanto él como su entorno están haciendo correr que se irá en junio. El portugués no se caracteriza por aguantar envites en su propia casa, en la que ahora se siente traicionado. No entiende que Valdano le recrimine que el día de Almería tenía un delantero en el banquillo, Benzema. Una cuestión sobre la que ayer respondió con toda claridad en una escenificación de su desencuentro con el director general del club.

"Estoy muy mayor para recados en los periódicos. Soy casi un dinosaurio del fútbol y los recados no me llegan. El equipo lo hago yo y las decisiones son mías y de mis ayudantes. Hablé de un nueve en pretemporada y en noviembre, cuando todos sabíamos que no contábamos con Higuaín. Después no lo hice más. No estoy entre los que lo han hecho en los últimos días. Yo no soy el que manda recados", declaró ayer Mourinho.

SITUACION SIN SALIDA / Ese nuevo misil a Valdano no ha hecho más que agitar aún más una situación que no tiene salida. Nadie ve juntos al director general y al técnico la próxima campaña. Florentino sabe bien que en este Madrid no caben los dos. Pero el presidente no mueve ficha.

Mientras, Mou sigue con sus quejas ante los arbitrajes. Ayer volvió a insistir en los dos penaltis en el choque ante el Almería. "No dudo de la honestidad de los árbitros, pero decir que dos penaltis decisivos no se pitaron no es una ofensa ni una crítica. Es una cosa obvia que todos hemos visto. El árbitro pitó dos veces de menos, las de ambos penaltis", dijo Mourinho, que ante la petición de una sanción por parte del Comité de Arbitros por sus críticas a Pérez Lasa reiteró lo del doble rasero: "Hay un reglamento para mi y otro para los demás".

En este sentido, el Real Madrid expresó ayer su "indignación" por la alusión a su técnico aparecida el martes en el sitio web de la Federación Española de Fútbol y que el club considera de una "enorme gravedad".

En la página de internet de la federación, en la información sobre el cambio del colegiado que pitará el Atlético-Madrid de hoy, apareció el siguiente comentario: "... Turienzo Alvarez pitará bajo la atenta mirada de Mourinho, que se considera perjudicado por los arbitrajes de los últimos meses".

Unas palabras que, minutos después, fueron retiradas de la información. El Madrid solicita "exigir responsabilidades" por lo que entiende que es "una falta de respeto y consideración" a Mourinho, al club y a sus aficionados.