ALICANTE: (24+26+19+24): Berni Hernández (-), Urtasun (16), Weigand (8), Coppenrath (11) y Andriuskevicius (9) -cinco inicial- Llompart (10), Rejón (7), Jorge García (17), Hill (10), Cazorla (5).

CACERES 2016: (16+27+17+24): Brown (-), César Bravo (5), Poves (-), Simien (24) y Moss (13) -cinco inicial- Guaita (14), Angulo (7), English (14), Sanguino (2), Bellas (5).

ARBITROS: Morales Ruiz y Martínez Prada. Sin eliminados.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la octava jornada de la LEB Oro.

No pudo el Cáceres 2016 romper la hegemonía del líder de la LEB Oro. El empeño cacereño se topó de frente ante un equipo que no ha perdido ni uno de sus ochos partidos disputados en lo que va de competición. Los de Manuel Piti Hurtado fueron arrastrando durante todo el encuentro una diferencia en el electrónico que se gestó en el primer cuarto y que el Lucentum supo manejar hasta el bocinazo final. Aunque las diferencias no llegaron a escandalizar en ningún momento, el control del ritmo de partido por parte de los jugadores de Oscar Quintana no permitió a los visitantes pelear por dar la campanada .

En los verdinegros, la aportación ofensiva tuvo la exclusiva prácticamente en el juego interior. Moss, Guaita y especialmente Simien eran los que alimentaban el marcador verdinegro. Por fuera, English, con tres triples de cuatro intentos, era el único que generaba algo de inquietud en los alicantinos.

Lucio Angulo regresaba a Alicante, donde jugó la pasada temporada, y explicó a los que eran sus aficionados sobre el parquet qué es lo que aporta este año en Cáceres. Intensidad en defensa y experiencia. Sobre todo experiencia. Ayer jugó casi 30 minutos, debido en parte por la lesión de Panadero.

Desde el primer cuarto, el Lucentum ofreció una demostración de porqué no han cedido ni un solo partido esta temporada. Los de Hurtado veían aro desde las posiciones interiores. Por Simien pasaban gran parte de los ataques visitantes y él evitaba que su equipo se desangrara ante el ciclón alicantino, que bombardeaba la canasta cacereña desde todas las posiciones. El 24-16 con el que finalizaba el primer acto condicionaba el guión.

ESFUERZO SIN PREMIO Nada más arrancar el segundo cuarto las diferencias superaron los diez puntos. Los de Quintana no tenían demasiada oposición en la defensa cacereña, que ponía empeño, pero no era lo suficientemente consistente. De todos modos, el Cáceres no le perdía la cara al partido. Las rotaciones no ofrecieron demasiados cambios. Guaita, con un triple y una acción de dos más uno, ponía el momento más eufórico del cuarto y el descanso se alcanzó con un 50-43 todavía esperanzador.

El ataque verdinegro se entonó. El equipo tomó aire fresco y, aunque con intermitencias, el juego se tornó en más fluido, sin embargo, y para desesperación visitante, las distancias no se recortaban (69-60, a falta de los últimos diez minutos).

El último periodo arrancó con tres faltas consecutivas en ataque para los verdinegros. Los cacereños no bajaban los brazos, pero el reto ya perdía credibilidad según pasaban los minutos y la diferencia no mermaba.

Melilla, 73; Beirasar Rosalía, 62

Ford Burgos, 95; Lleida, 97

Clínicas Rincón, 84; Mallorca, 73

Tenerife, 90; La Palma, 82

Gandía, 73; La Laguna, 88

Illescas Urban, 64; Los Barrios, 77

Valladolid, 80; Vic, 85

León, 85; Breogán, 89