El rojo español predominó sobre el bleu (azul) francés en las calles de Hannover y en el estadio escenario del partido. En las horas previas al encuentro, cantos típicos de la afición española llevaron la fiesta a las calles de la capital de la Baja Sajonia, adornada con los colores españoles, mucho más presentes que el azul francés.

Un 70 por ciento de los hinchas eran españoles, el 20 por ciento alemanes y un diez por ciento franceses, tanto en las calles de la ciudad como en el Estadio del Mundial, explicó a Efe un portavoz de la policía de Hannover. En el estadio también predominó el color rojo español y las pancartas de apoyo a los hispanos. "27-06, del día en que cambiamos la historia", podía leerse en una de ellas. Otra rezaba: "Con Alonso y el Mundial, sólo nos faltaba el Mundial".

Más oídos

Los cánticos de los aficionados españoles en el estadio apagaron a los Allez les bleus galos en los minutos previos al partido, cuando los equipos saltaron al césped, vestidos con ropa deportiva los españoles y con el traje oficial los franceses.

El seleccionador francés, Raymond Domenech, permaneció un buen rato en el césped y observó en las pantallas gigantes del mismo imágenes de pasados Mundiales. La bandera española ondeaba en bares y locales de la ciudad y hinchas "adheridos" alemanes mostraban solidaridad hacia España.

"Cómo vamos a simpatizar con los franceses", decía Hans, un ingeniero de 22 años, en la estación. "La selección española representa la joven furia, como la nuestra. Zidane es historia, llegó la hora del recambio generacional".

También Túnez

Un aficionado tunecino se mostró también favorable a la victoria de España, pese a que los de Luis Aragonés les derrotaron en la primera fase. "Nos ganaron pero yo estoy a fondo con España", indicó. No sólo hinchas españoles o adheridos, también el cuerpo policial daba un toque hispano a Hannover.

Ya en la estación sajona, una pareja de agentes, en uniforme, daba información a los aficionados españoles sobre cómo llegar al estadio.

En el concepto de seguridad diseñado por Alemania se integran unos 300 policías de países preferentemente europeos, encargados de, llegado el caso, pasar información a sus colegas alemanes sobre posibles situaciones conflictivas. El cometido de los agentes españoles era más fácil que el de sus colegas británicos, en Stuttgart, el pasado domingo, en que grupos de bobbys trataban de apaciguar los ánimos de 60.000 seguidores ingleses, muchos de ellos borrachos desde que llegaron a la ciudad. "Los hinchas españoles no dan trabajo alguno. Son gente tranquila. La misión es más de apoyo o consejo que de detección de posibles violentos", explicó un portavoz policial.