El abogado Pablo Porta, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) entre 1975 y 1984, falleció ayer en Barcelona a los 85 años a causa de un cáncer, según comunicó su familia. Bajo su mandato al frente de la organización federativa, España acogió el Mundial de 1982, en el que realizó un pobre papel --no pasó de la segunda fase-- a las órdenes de José Emilio Santamaría.

Dos años después abandonó el cargo ante la imposibilidad de presentarse a unas nuevas elecciones en virtud de lo que se acabó conociendo como Decreto anti-Porta , una normativa promovida por el Gobierno socialista de Felipe González para impedir que un dirigente que hubiese permanecido al frente de una federación durante tres mandatos ininterrumpidos pudiera presentarse a un cuarto. Un decreto que otro Gobierno socialista, también presidido por González, procedió a anular a principios de 1996, unos meses antes de dar paso a José María Aznar. Gracias a ello, Angel María Villar se apresta a cumplir su sexto mandato al frente de la RFEF.

Porta había accedido a la presidencia federativa en 1975 tras una dilatada trayectoria en el mundo del deporte. Exjugador de fútbol y rugby, y también exboxeador, fue dirigente del Sindicato Español Universitario (SEU), ligado a Falange, y secretario del Espanyol entre 1958 y 1962; presidió también la Federación Catalana de Fútbol de 1964 a 1975 y desde 1967 estaba integrado en el organigrama de la RFEF. En diciembre de 1976 fue el único candidato a la presidencia en las primeras elecciones democráticas.

ORACION DE GARCIA Durante su permanencia en el cargo tuvo que enfrentarse a la separación del fútbol aficionado y profesional, a las primeras disputas por los derechos televisivos y a tres huelgas de futbolistas. Acabó convertido en principal objetivo de una campaña de acoso encabezada por el periodista José María García. Se vieron varias veces en los tribunales. Tras abandonar la presidencia fue nombrado miembro vitalicio de la FIFA. Ayer, García mostraba un respeto profundo hacia el fallecido. "Todo lo que tuve que decir de Pablo Porta lo dije con él en vida, cuando podía defenderse. Ahora lo único que he hecho, cuando he tenido noticia de su muerte, ha sido rezar una oración por su alma", declaró el periodista sobre el dirigente.