Un histórico del deporte cacereño, Angel Sánchez García, falleció ayer a los 69 años en su ciudad natal. Fue presidente del Cacereño durante dos años, de 1974 a 1976, siendo uno de los principales impulsores de la construcción de su estadio, el Príncipe Felipe, además de dirigir una de las etapas más brillantes a nivel deportivo y social de la entidad verde.

Una fulminante enfermedad detectada hace apenas un mes ha acabado con una vida que se repartió entre el amor a su familia, al deporte y a su trabajo. Su funeral será hoy a las 10.00 horas en la capilla del Tanatorio San Pedro de Alcántara.

Sánchez, casado con Margarita Franco, era ingeniero agrónomo de la Diputación de Cáceres desde principios de los años 70. Hacía unos años que se había jubilado, pero dejó un gran recuerdo en la institución provincial, formando parte de numerosos proyectos con una labor importante, aunque siempre en un discreto segundo plano. Es el caso de la construcción del complejo deportivo 'El Cuartillo', en las afueras de la ciudad, o la llegada de empresas como la fábrica textil de El Corte Inglés. Estudió en el San Antonio y, gracias a sus buenas notas, consiguió una beca para culminar sus estudios en Córdoba y Madrid.

EL ESTADIO Su vinculación con el deporte y el fútbol viene muy de lejos, siendo aficionado del Cacereño prácticamente desde niño. Alcanzó la presidencia en el año 1974 y gestionó la adquisición de los terrenos donde desde entonces se ubica el estadio.

El Cacereño jugaba hasta entonces en la Ciudad Deportiva. Bajo su mandato se iniciaron las obras, que se culminaron apenas tres años después cuando Alfonso Canal le hacía sucedido ya como presidente. También estuvo muy vinculado a la fundación del Club de Tenis Cabezarrubia en el año 1970.

Ese amor al deporte se lo transmitió a sus tres hijos, Javi, Carlos y Angel. El primero, uno de los mejores deportistas extremeños más importantes de la historia, ha sido uno de los jugadores de fútbol sala que más veces ha sido internacional con España. Carlos, arquitecto, acertaba ayer a definir a su padre como "un solucionador de problemas" y "un amante de Cáceres y de los pueblos de la provincia".

Ya gravemente enfermo, uno de sus últimos detalles de humanidad de Angel Sánchez fue telefonear hace unos días a Jorge Campillo para felicitarle, sin conocerle personalmente, por el subcampeonato de su hijo, del mismo nombre, en un torneo de golf en La India.

Obviamente, Sánchez se identificaba con lo que le sucedía a él hace ya unos años, cuando Javi Sánchez se proclamó campeón de Europa y del mundo con la selección nacional.