Al grito de "nos lo merecemos" y equipados con gorras, pancartas, calcomanías, pegatinas, globos y camisetas con el logo de la candidatura madrileña, unas 500.000 personas quisieron mostrar ayer al mundo entero su "corazonada": el apoyo a un Madrid deseoso de albergar los Juegos Olímpicos de 2016.

Cibeles reunió a parejas de turistas que querían conocer el Madrid más entusiasta, a familias enteras dispuestas a pasar un domingo distinto, a grupos de amigos fanáticos del deporte y, por supuesto, a miles de admiradoras de David Bisbal, encargado de poner la guinda a los festejos con la presentación de su último disco.

Todos ellos fueron los encargados de mostrar al mundo, y sobre todo al COI, el apoyo con el que cuenta Madrid 2016, y lo hicieron componiendo, con pancartas, un enorme mosaico humano con los colores de la mano olímpica, símbolo de la candidatura española.

PARTE DE LA HISTORIA "Así formaremos parte de la historia", explicó a Efe Arturo, que arrastró a toda su familia a la Plaza de Cibeles porque está convencido de que "el próximo viernes el COI va a elegir a Madrid". A las 6 de la tarde, hora en la que la organización había citado a los asistentes para que diera comienzo la celebración, la "zona azul", ya estaba casi completa.

No todos los que se han acercado a Cibeles sabían que tenían una importante tarea que llevar a cabo, la de crear un mosaico humano con pancartas de colores que sería fotografiado y grabado para todo el mundo, pero precisamente para explicar qué había que hacer estaban más de 900 voluntarios, dispuestos a asegurarse de que cada uno estuviera donde le correspondía.

Elena se apuntó para ser voluntaria en internet porque "cualquier pequeña cosa será importante para que Madrid sea sede olímpica", explica, y aunque estaba cansada de decir que "las gorras se han acabado" y que las pegatinas no las daba ella, aseguró que repetiría la experiencia "sin dudarlo".

A Paula, con solo 7 años, le preocupaba que, por su pequeña altura, no se pudiera ver su pancarta verde, y que todo se echara a perder, pero su madre, Noemí, le insistía en que "lo que cuenta es que se vean a todos los del mismo color juntos y bien".

Así pasó a las 19.30 horas, cuando el medio millón de asistentes alzó sus pancartas rojas, verdes, amarillas y azules y el helicóptero preparado para la ocasión sobrevoló la plaza e hizo una instantánea del momento.

"Ahora podréis decirle a vuestros nietos que estuvisteis aquí", exclamaba desde el escenario el animador del evento, que ha pasado la tarde logrando que los asistentes gritaran al unísono lemas como "nos lo merecemos", o "queremos estos Juegos".

Fueron muy pocos los que, durante los festejos, se atrevieron a discutir cuestiones como las posibilidades que parecen tener las otras candidatas a albergar los Juegos o los "puntos negativos" que los evaluadores del Comité Olímpico Internacional encontraron en la aspirante española.

"Hay que concentrarse en dar nuestro apoyo", comentó Ricardo, que sabe tan bien como todos los presentes que es el respaldo popular una de las "grandes bazas" de Madrid 2016.

A cinco días para saber la decisión final, "lo importante es dar a conocer el deseo de los madrileños y españoles", añadió Paloma, un anhelo olímpico que, por ahora, es nada más y nada menos que una gran corazonada.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la consejera delegada de Madrid 2016, Mercedes Coghen, viajan hoy a Copenhague. La solución será el próximo viernes.