ALBACETE 1: Almunia, Oscar, Pablo, Buades, Peña; Viaud, David Sánchez (Alvaro, min. 73), Iván Díaz (Fabiano, min. 36), Pacheco, Munteanu (Delporte, min. 70) y Aranda.

MURCIA 0: Bonano, Valera, Cuadrado, Hurtado, Clavero, Acciari (Gancedo, min. 53), Jensen, Luis García, Richi, Michel (Sebas, min.41) y Karanka (Juarez, min. 72).

GOL: 1-0, min. 8: Cuadrado (p.p.).

ARBITRO: Esquinas Torres (Colegio Territorial Madrileño). Expulsó con tarjeta roja directa al jugador murciano Hurtado (min. 80). También amonestó con tarjeta amarilla al jugador local Pacheco.

El Real Murcia volvió a dar un paso atrás en su lucha por salvar la categoría, mientras que un gol en propia puerta de Cuadrado dio los tres puntos a un Albacete que sigue vivo en pos de la permanencia y que consiguió su primera victoria en este 2004.

En la primera parte, Albacete y Murcia demostraron el porqué de su clasificación, de su estado futbolístico, bajo mínimos, con criterios más cercanos a segunda división, sobre todo en el caso de los murcianos, que por los de una categoría como la primera.

GOL DECISIVO El gol albaceteño llegó muy pronto, a los ocho minutos, y como también pasa en estos casos, fue producto de una jugada de auténtico infortunio, dado que en el intento de despejar un disparo del uruguayo Pacheco, el pimentonero Cuadrado introdujo el balón en su meta.

De aquí y hasta el descanso, poco, mucho juego en el centro del campo, llegadas albaceteñas con cierto peligro, y nuevamente el complot del infortunio jugó en contra del Murcia, cuando Richi estrelló un balón en el poste de la meta de Almunia.

Tras la reanudación, el guión profundizó un paso más en las situaciones de angustia de los personajes, básicamente del Murcia. Karanka probó fortuna a los sesenta minutos con un disparo al que respondió Almunia con una gran parada.

A favor del Murcia, solamente jugaba lo exiguo del resultado en su contra, que podría invertir con un par de tantos. La falta de definición albaceteña, lo que posibilitaba el que en una acción aislada se pudiera meter en el partido, y de paso en la Liga, marcando un gol, algo que, como suele pasar en estos casos, no llegó a suceder, a pesar de que Juarez lo tuvo en sus pies, pero el balón se fue nuevamente al poste del meta.