Rafael Nadal inició su periplo por el cuarto Grand Slam de la temporada lesionado, con las expectativas mediatizadas y con un juego limitado, aunque suficiente para batir al australiano Alun Jones (7-5, 3-6, 6-4 y 6-1) y avanzar a la segunda ronda en compañía de Tommy Robredo y Carlos Moyá.

Fue precisamente en el entrenamiento que efectuó el domingo pasado con Moyá cuando sintió un pinchazo en la rodilla izquierda. Un fuerte dolor que le impidió entrenar e incluso pensar en la retirada del torneo.

"Hace dos días pensé en no jugar. Pero mejoré con el tratamiento y ayer ya decidí saltar a la pista aunque no forzar", reconoció el tenista balear, lejos de su mejor momento y apartado de su juego. Encorsetado sobre la pista en sus movimientos, tuvo que remontar un 4-1 adverso en el primer set.

Se encontró en la misma situación en el segundo, que se apuntó Jones. Nunca se verá en otra igual el oceánico, de origen sudafricano, que se precipitó en el entusiasmo ante la evidente merma que delató el español.

A medio gas salió adelante del apuro. "Voy mejor y espero progresar en los próximo días. Esto es un Grand Slam y si no estás a tope te vas fuera", apuntó Nadal, que se medirá al serbio Jankko Tipsarevic el viernes en la sesión nocturna. Más horas para recuperar.

Nadal llega al segundo turno igual que Robredo y Moyá. Son siete los españoles que permanecen en Nueva York después de que Nicolás Almagro, David Ferrer, Feliciano López y Fernando Verdasco ganaran su derecho en las sesiones previas. Igual que Lourdes Domínguez y Anabel Medina, en el cuadro femenino.

Carlos Moyá se impuso sin dificultad al alemán Bjorn Phau (6-1, 6-2 y 6-4). Jugará ante el ruso Igor Kuntisyn después de un duelo sin historia para la que es su duodécima participación consecutiva en el Abierto de Estados Unidos. "Es importante ganar fácil si quieres llegar a la segunda semana. Pero esto aún no me lo planteo. Quiero ir partido a partido. No me planteo más", apuntó el balear. Excepto en su primera presencia, Moyá siempre superó la primera eliminatoria, aunque aún está lejos de las semifinales, su mejor registro, que logró en 1998.

El triunfo de Moyá se une al de Tommy Robredo, que ganó al estadounidense Bobby Reynolds (6-3, 7-6 (5) y 6-1). "Es complicado empezar bien en un torneo de estos y eso es importante. No me gusta mirar demasiado adelante en el cuadro aunque este torneo me gusta. Estamos en el camino pero quiero ir partido a partido", dijo el tenista de Hostalric, que se medirá al estadounidense Mardy Fish. "Un rival peligroso. Nos conocemos y en este torneo se crece", apuntó.

En el camino se ha quedado Oscar Hernández, que perdió contra el francés Jo Wilfried Tsonga por 7-5, 6-1 y 6-3 y Guillermo García López, que mantuvo una lucha permanente en su estreno en el Abierto de Estados Unidos, pero después de cinco sets no encontró premio y cayó frente el ruso Igor Kunitsyn (4-6, 6-3, 7-5, 2-6 y 7-5), que será el rival del también español Carlos Moyá.

Seis son las raquetas que han dicho adiós al cuarto Grand Slam del curso. García López y Oscar Hernández se unen a las de Juan Carlos Ferrero, Albert Montañés, Iván Navarro Pastor y Rubén Ramírez Hidalgo.