Casi 29 años después del argentino Guilermo Vilas, un nuevo rey de la tierra batida se ha instaurado en el mundo del tenis, el español Rafael Nadal marcó ayer un hito casi imposible de batir en el futuro. En un partido que no pasará a la historia por su calidad, puesto que Nadal venció por 7-5, 6-2 y 6-1 en dos horas y ocho minutos, en un día desapacible, con viento, amenaza de lluvia y juego poco vistoso. Sin embargo, la marca permanecerá como un desafío para el resto de los jugadores y todos los que lleguen en los próximos años al mundo del tenis.

Vilas fue testigo de la hazaña del jugador de Manacor, defensor del título. Enfundado en un abrigo negro y sentado junto a su mujer en la tribuna de la pista Philippe Chatrier, aguantó estoicamente como Rafa nadal rompía su récord.

El argentino quizás recordaba que él lo hizo en una sola temporada nada más, no como Nadal, que lo ha hecho en dos, pero también sabiendo que en sus 53 partidos hubo casi una veintena que se disputaron sobre tierra verde americana (en Washingto, Louisville, South Orange, Columbus y Abierto de Estados Unidos) y los de Nadal han sido en la tierra roja tradicional.

Y que además, en aquel Roland Garros que ganó después no figuraban los números uno y dos del mundo de entonces, el estadounidense Jimmy Connors y el sueco Bjorn Borg, mientras que Nadal dejó fuera de combate al suizo Roger Federer en las semifinales del pasado año, logro que ha repetido este año en dos Masters Series de tierra, en Montecarlo y Roma.

RECONOCIMIENTO Vilas no estaba dolido porque el español récord de victorias consecutivas sobre tierra batida y aseguró que, de batirlo alguien, él quería que fuera el manacorí.

"Este récord es, para mí, el menos importante de los tres que tengo. Le he dicho a Rafa que, si bate uno de los otros dos, me voy a enojar", afirmó el argentino. "No estoy triste por perder este récord, los otros sí. Conozco poco a Nadal, pero ya conozco a toda su familia. Es un chaval formidable", aseguró.

Vilas indicó que el récord que realmente le importa es el de victorias consecutivas (46) en todas las superficies y el de mayor número de torneos ganados en una temporada (16), la de 1976.

"Este récord no sabía ni que existía, lo he conocido gracias a Rafa. A mí, no me dieron trofeos ni nada, yo no batí un récord, yo lo hice", comentó.

Vilas también indicó que estaba seguro de que Nadal iba a batir el récord cuando se impuso en la final de Roma al suizo Roger Federer. Además, el ex tenista argentino negó que haber perdido ese récord le moleste e indicó que de haber sido así no habría venido a París a entregar a Nadal un trofeo conmemorativo. Aunque sí que recordó que él hizo el récord en condiciones especiales, en un sólo año.