Ni la lluvia, ni el frío, ni los parones por el mal tiempo, ni las pistas más húmedas y rápidas, ni el viento que ayer azotó Wimbledon han podido parar de momento a Rafael Nadal que, por segundo año consecutivo, se coló en las semifinales del torneo al vencer al checo Tomas Berdych por 7-6 (7-2), 6-4 y 6-2.

Nada parece imposible para Nadal, que supera una dificultad tras otra. Si los primeros días se sintió incómodo con las condiciones del torneo, ahora parece ser el que está más a gusto de los cuatro tenistas que hoy jugarán las semifinales. Ayer fue el único que superó su partido de cuartos de final sin ceder ni un set y en menos tiempo (2 horas 7 minutos). El resto tuvo que sufrir bastante más en la pista hasta conseguir el triunfo.

Roger Federer, el campeón, necesitó cuatro sets para deshacerse de Juan Carlos Ferrero por 7-6 (7-2), 3-6, 6-1 6 6-3. Novak Djokovic, el rival de Nadal hoy (13.00 horas, Cuatro y Canal+), tuvo que jugar cinco horas antes de acabar con Marcos Baghdatis por 7-6 (7-4), 7-6 (11-9), 6-7 (3-7), 4-6 y 7-5. Y Richard Gasquet empleó casi cuatro horas antes de sorprender a Andy Roddick por 4-6, 4-6, 7-6 (7-2), 7-6 (7-3) y 8-6.

VIENTO TERRIBLE Berdych no era precisamente un rival cómodo. El checo, 11º del mundo, llevaba nueve partidos sin perder en hierba tras ganar el título en Halle. Además, hasta ayer había ganado a Nadal en pistas rápidas en las tres ocasiones que se habían enfrentado. El día tampoco acompañaba para jugar al tenis. Wimbledon amaneció cargado de nubes, frío y con unas molestas rachas de viento que en la central formaban remolinos que cambiaban de dirección constantemente. "Entrenando ya he visto que era un desastre", explicó Nadal. Y consciente de esas inclemencias preparó el duelo con su tío Toni para afrontar las dificultades que le esperaban.

Ayer no era un día para "jugar bien al tenis", que es lo que pretendía hacer Berdych. Había que ponerse el mono de trabajo y aceptar con humildad lo que les esperaba en la pista. "Actitud, concentración y agresividad. Eso es lo que he intentado durante todo el partido, además de moverme más de lo normal y hacer sentir al otro que iba a tener que luchar todos los puntos".

"Hice un gran tie break, he logrado dos aces y enseguida le he roto el juego al inicio del segundo set", explicaba contento Nadal. No hubo mucho más.