Brazos levantados al cielo. Alegría en su rostro. Misión cumplida. Rafael Nadal volverá a estar en la semana grande de un Grand Slam al clasificarse para los octavos de final del Abierto de Australia al vencer en un maratoniano duelo de cinco sets al alemán Alexander Zverev por 4-6, 6-3, 6-7 (5-7), 6-3 y 6-2.

Nadal no será el único en la ronda de octavos, en la que se cruzará con un viejo conocido, el francés Gael Mofils, con el que tiene un balance positivo de 12 victorias y 2 derrotas. También le acompañará Roberto Bautista que en el dueño español consiguió vencer a David Ferrer.

Intensidad y agresividad fueron fundamentales en el triunfo de Nadal frente al joven jugador alemán, de solo 19 años y 1,98 de estatura, a quien muchos ven como futuro número uno mundial, de potente saque, derecha incisiva y un revés que abre ángulos y maltrata al rival.

En la primera manga Zverev aprovechó una rotura rápida (0-2) para llevársela en solo 44 minutos. El esfuerzo lo pagó en la segunda manga que entregó en 38 minutos.

El servicio del alemán decidió la tercera manga en el tie break (7-5). Es en esas situaciones, que llevaría a otros a bajar los brazos, el mallorquín sacó su mentalidad positiva y su espíritu competitivo. Y de golpe Zverev, sin darse cuenta, se encontró con 4-1 en contra. Una ventaja que no dejó escapar Nadal para forzar el quinto set tras más de tres horas de partido. La pelea volvía a estar donde quería Nadal, que no desaprovechó su voracidad.