El español Rafael Nadal tiene claro que esta es la temporada en la que comienza la sesión de tierra batida con menos presión que nunca, a pesar de que ha ganado Montecarlo y Roland Garros en las cuatro últimas ocasiones y defiende 4.610 puntos que a cualquier otro jugador le acomplejarían. Así lo dejó entrever ayer en Montecarlo durante las tradicionales mesas redondas que los mejores jugadores ofrecieron a la prensa, y a la que faltó el suizo Roger Federer, desaparecido oficialmente, aunque luego el ex número uno del mundo confirmó que ofrecería hoy una conferencia de prensa.

"Siento menos presión que nunca porque he ganado el Abierto de Australia e Indian Wells y he comenzado la temporada mejor que nunca, y por tanto, eso me da más tranquilidad que en años anteriores", señaló un relajado Nadal, que comenzará el miércoles la conquista de su quinto título en el Principado, récord si lo logra, contra el argentino Juan Ignacio Chela.

Nadal recordó que este año es diferente, porque el "colchón" de haber ganado el Abierto de Australia por primera vez y luego el Master 1000 de Indian Wells obran a su favor. "Los objetivos son iguales, independientemente que ahora sea el número uno del mundo. No pienso todo el día en mi clasificación".