Pocas veces, probablemente nunca, ha visto Rafael Nadal la línea de meta del Abierto de Estados Unidos, el último de los grandes que le queda por conquistar, con más claridad que este año. En su cuadro, como mayores barreras, aparecen en la distancia de unos potenciales cuartos de final y semifinal, respectivamente, David Nabaldian o David Ferrer y Andy Murray. En el equipaje que ha traído en su octavo viaje hasta Flushing Meadows no se ven lastras físicas o mentales. El impulso que le llevó a su quinto Roland Garros y su segundo Wimbledon no se ha desvanecido pese a las tempranas despedidas en cuartos y semifinales en Cincinnati y Toronto. Y el primer paso que dio el martes por la noche para acercarse hasta esa meta del primer título en Nueva York y el noveno grande de su fulgurante carrera fue firme.

Una vez que el infernal sol que tanto el martes como ayer estuvo a punto de fundir a más de un jugador se había puesto, Nadal saltó a la pista central, el Estadio Arthur Ashe. Tardó casi tres horas en sellar el 7-6 (7-4), 7-6 (7-4), 6-3 con el que se deshizo de un decidido Teymuraz Gabashvili, el número 93 del mundo, que en sus dos anteriores encuentros solo le había arrancado siete juegos pero en Nueva York salió dispuesto a darlo todo. Y al salir victorioso de allí Nadal no solo dejó la estela del triunfo, sino también el de una de sus mejores actuaciones sirviendo, con alguna bola que superó los 210 kilómetros por hora, el 67% de primeros servicios y el 78% de puntos arrancados en esos primeros saques.

MEJOR SERVICIO La brillante actuación llevó a algún periodista a preguntarle si había estado trabajando en su saque este verano, un interrogante al que Nadal contestó con una sonrisa y un "no este verano, no, toda mi vida". El uzbeco Denis Istomin será hoy su rival en segunda ronda, la misma que alcanzaron ayer Nicolas Almagro ante Starace por 4-6, 6-4, 6-4 y 7-6 (7-5), Marcel Granollers ante Seppi (2-6, 5-7, 6-3, 6-2, 6-3) y Guillermo García López frente a Kubot (6-3, 6-2, 7-6 (7-4). Solo Rubén Ramírez Hidalgo se despidió ayer tras caer 4-6, 6-7 (6-8), 5-7 frente al jamaicano Dustin Brown. La víspera se clasificaron también para la segunda ronda Feliciano López y David Ferrer con cómodas victorias ante Giraldo (triple 6-4) y Dolgoporov (6-2, 6-2, 6-3), respectivamente. En el cuadro femenino, Lourdes Domínguez Lino venció a Shvedova (6-4, 3-6, 6-2) y cayeron Carla Suárez, Nuria Llagostera, Arantxa Parra y Anabel Medina.