Habrá final española en el torneo Conde de Godó. Ferrer opta por primera vez al título, mientras que para Nadal es la cuarta ocasión en la que llega al partido decisivo. Ambos lo han hecho de forma distinta. Nadal ha sido más dominador, mientras que Ferrer ha tenido que sufrir más en sus eliminatorias. Pero ambos están ahí. Y ambos pueden ser campeones. El favoritismo, sin embargo, se lo adjudica el mallorquín, que ha ganado 102 de los últimos 103 partidos que ha disputado sobre arcilla. La conclusión, no obstante, no se sabrá hasta que ambos salten al campo hoy, a partir de las 16.00 horas en La 2, en la pista central barcelonesa.

A Nadal, Gremelmayr le duró un suspiró, medio entrenamiento, unos cuantos puntos. El español derrotó a su adversario con un 6-1 y 6-0 demoledor, como su tenis, en un partido sin historia que dejó al público de la central hambriento de algo más, como si hubieran pagado todo un menú y sólo le hubieran servido el aperitivo.

Seguramente hubiera sido muy distinto si Nicolás Almagro, un jugador con mucho más talento que Gremelmayr no hubiera sucumbido ayer en el ´tie-break´ del último set ante el alemán. Pero el murciano, que se conecta y desconecta de los partidos como una facilidad pasmosa, dejó plantado a Nadal y cedió su sitio a un tenista menor, que hoy fue un juguete roto en manos del número dos del mundo.

Gremelmayr, cansado, derrotado antes de salir a la pista, sólo ganó el primer juego con su servicio y no pareció exigir nada más. El resto fue un ´pim, pam, pum´ de Nadal. Bolas pesadas, cambios de ritmo, ángulos imposibles para encadenar once juegos que le metieron en su cuarta final consecutiva del Godó por la vía rápida.

El campeón de las últimas tres ediciones del Abierto de Barcelona supera con la victoria de ayer a Novak Djokovic en la ´Carrera de Campeones´ y ya es el número uno del mundo en la presente temporada.

FERRER, POR FIN A la sexta fue la vencida y después de seis años de presencia ininterrumpida en Barcelona, el español David Ferrer, quinto jugador mundial, por fin jugará su primera final del Godó, el objetivo que se había marcado antes de empezar el torneo.

Al español le costó casi dos horas sellar su presencia en la última ronda: un largo primer set (7-6), que tuvo casi perdido, y otro parcial mucho más liviano (6-3) en el que ya se sintió dominador de la situación, ante el suizo Stanislas Wawrinka, decimocuarto cabeza de serie.

Acabó muy bien el tenista de Jávea y se desquitó además de la derrota que el suizo le infligió hace dos años en los dieciseisavos de final del Godó y deshizo, a su favor, la igualdad que hasta ayer había entre ambos (dos victorias para cada uno en sus duelos en el circuito).