Una cuestión de confianza. Rafael Nadal la tiene y Andy Murray la está buscando. El número 1 mundial jugó ayer su cuarto partido en tierra y el mallorquín llega tras ganar su décimo Montecarlo. A pesar de la diferencia de sensaciones los dos favoritos del Barcelona Open Banc Sabadell estarán hoy en las semifinales del torneo. El escocés después de una durísima batalla de tres horas ante Albert Ramos al que se impuso por 2-6, 6-4 y 7-6 (7-4) y el nueve veces campeón del torneo tras deshacerse del surcoreano Hyeon Chung por 7-6 (7-1) y 6-2.

Si Murray buscaba rodaje en Barcelona ayer lo tuvo ante Ramos. No solo eso. A punto estuvo de volver a eliminarle siete días después de vencerle en Montecarlo en octavos de final. Tres horas tuvo que luchar el escocés para salvar la derrota que parecía inevitable. En tres ocasiones esquivó el tiro definitivo de Ramos. «Me he visto ganador pero Murray ha demostrado que es un número 1 en esos momentos. Creo que de este partido me acordaré toda mi vida», reconocía Ramos que tuvo unasalida espectacular en el primer set con dos breaks (2-1 y 4-1). rompiendo el servicio de Murray. Después en la segunda manga ha dejado escapar dos ocasiones de sentenciar. Una con 3-3 y 15-40, pero la más dolorosa con 4-4 y 0-40. Murray las salvó para forzar la tercera manga.

El escocés empezó con break en contra 2-0 y tras volver a dar la vuelta al marcador, Ramos tuvo la tercera oportunidad de decidir el partido al volver a romper el saque de Murray (5-4). «Me aceleré demasiado. Me puse 0-30 en 10 segundos y Murray subió de nivel», reconocía el catalán. «Me sabe mal jugar un partido así, en casa, y perder».

«Ha sido un partido emocionante. El público ha disfrutado seguro. Albert ha tenido ocasión de cerrarlo en el segundo set con 0-40 y en el tercero con 5-4, ha sido una pena», explicó Nadal que siguió el partido por televisión antes de entrar en la pista para enfrentarse a Chung.

Murray admitió que áun no está a su mejor nivel. «Ha habido momentos que mi juego me ha gustado, pero tengo que ser más sólido», dijo el tenista que reconoció «estar cansado». No tendrá fácil la semifinal de hoy ante el austriaco Dominic Thiem, número 9, que se deshizo del japonés Yiuichi Sugita por 6-1 y 6-2.

EL SOLDADO CHUNG /Al contrario de Murray, Nadal se mostró confiado. «Estoy con la tranquilidad para poder aumentar mi juego cuando es necesario», aseguró. Lo hizo ayer en el primer set y eso le permitió evitar problemas en el inicio del partido en el que Chung, número 94 mundial, se adelantó 2-0 y le mantuvo el pulso hasta forzar el tie break. «Supe apretar los dientes cuando lo necesité y después he dominado», decía Nadal.

Hoy se enfrentará a Nicolás Zeballos, que ganó al ruso Karen Khachanov por 6-4 y 6-1. Un rival que sabe cómo ganarle: le derrotó en la final de Viña del Mar del 2013, cuando volvió al circuito después de estar fuera del circuito ocho meses. «Recuerdo cada momento desde antes del partido hasta el final. No se me va a borrar jamás», decía el argentino, de 32 años y 84 del mundo, que admitía la dificultad que le espera. «Rafa impresiona. Es admirable lo que hace», sentenció.