En cinco años en el circuito profesional, Rafael Nadal no ha jugado contra Nikolai Davydenko. Hoy lo hará por primera vez (12.00 h., Canal+ Deporte 3) en un partido en el que se juegan el pase a las semifinales de la Copa Masters de Shanghái, donde mañana esperará al ganador Roger Federer que ayer venció a Ivan Ljubicic por 7-6 (7/2) y 6-4.

"Será un partido a cara o cruz, la mejor situación que podía tener", insistía ayer Nadal, sentado en un sillón del vestíbulo del pabellón de entrenamientos del Qizhong Stadion, en el que había estado presenciando por televisión los últimos puntos del primer partido del día entre David Nalbandian y Andy Roddick, que ganó el argentino por 6-2 y 7-6 (7/4).

Con 5-4 para Nalbandian, Nadal pronosticó el tie break e incluso acertó la doble falta que cometió Roddick con 3-1 a su favor, que acabaría llevándole a la derrota y a su eliminación en beneficio de Nalbandian. "Roddick jugó un partidazo contra Federer, merecía ganarle, pero hoy prefería que ganara Nalbandian: después de la muerte de su sobrino le dí el pésame y estaba hecho polvo", explicó. Nadal se sentía relajado y tranquilo. El tendrá la sartén por el mango y no dependerá del resultado de otros, como les pasaba a Roddick y Nalbandian.

La única preocupación que tenía Nadal eran sus rodillas, especialmente la izquierda, muy sobrecargada, que mostraba un pequeño bulto. "Véis, solo que apriete un poco, veo las estrellas", explicaba.