Sufrió, y mucho, Rafa Nadal en su partido de ayer en Wimbledon. Pero, como es habitual en el mallorquín, se amarró a la pista y llevó a su rival hasta la extenuación para acabar sacándolo del torneo en el quinto set, tras casi cuatro horas de partido (3 horas y 44 minutos).

El alemán Philipp Petzschner, 33 cabeza de serie, sufrió en sus propias carnes la penitencia de haber llevado al campeón del 2008 al extremo y sucumbió en la quinta manga después de haber puesto en aprietos a Nadal con un gran juego durante todo el encuentro. Al final, 6-4, 4-6, 6-7 (5-7), 6-2 y 6-3 para Nadal.

En los octavos de final que empiezan mañana, tras la tradicional fiesta dominical, Nadal se enfrentará al francés Paul-Henri Mathieu, verdugo ayer del holandés Thiemo de Bakker.

En caso de superar a Mathieu, Nadal se encontraría con el doble finalista de Roland Garros, el sueco Soderling, o con David Ferrer. El alicantino sufrió tanto o más que Nadal para hacerse un sitio entre los 16 mejores. Ferrer dominaba al francés Jeremy Chardy por 7-5, 6-3 y 4-2 cuando encadenó una racha funesta que le llevó a perder seis juegos consecutivos. Chardy ganó dos mangas por 4-6 y 3-6 y se puso 2-4 a favor en la quinta. Ferrer le devolvió la jugada al francés, ganando el quinto set por 7-5.