El español Rafael Nadal remató ayer un agónico e interminable partido, accidentado por la lluvia, ante el sueco Robin Soderling, al que se impuso con un 6-4, 6-4, 6-7 (7-5), 4-6 y 7-5 para meterse en octavos de final de Wimbledon.

En la pista 1, el zurdo de Manacor resolvió el encuentro de tercera ronda de la competición ante el jugador nórdico tras cinco días, 4 horas y 1 minuto.

Hasta 6 bolas de partido llegó a tener el mallorquín, 5 de ellas en la quinta reválida y una en el 7-6 del ´tie-break´ para rubricar, finalmente, lo que llegó a convertirse en casi un purgatorio, al haberse previsto ese choque para el sábado y tenido, ya entonces, que posponer por la lluvia.

Los dos primeros sets fueron relativamente cómodos para el español, pero a partir del tercer set, Soderling se recompuso para los dos siguientes sets.

El encuentro, que se interrumpió un total de 7 veces -más un octavo amago hoy, en el quinto set- se resolvió en un set disputado, que duró 52 minutos y vio a un Nadal tenso que llegó a disponer de cinco bolas de partido en esta manga decisiva. Al final, logró resolver por 7-5.

El tricampeón de Roland Garros tendrá como próximo adversario al ruso Mijail Youzhny, decimocuarto favorito, que venció el pasado lunes al finlandés Jarkko Nieminen, decimoctavo cabeza de serie.