Cita en Son Servera, cerca de Manacor. Llega puntual, semblante juvenil, veraniego, feliz. Muy Rafael Nadal. Dos meses de calvario más de cinco horas conectado a varias máquinas de mesoterapia, corrientes y electroestimulación durante casi dos meses ni pizca de arrepentimiento por todo lo hecho y la sensación de que el parón ha sido beneficioso.

Nadal reaparecerá el miércoles en Montreal. Y luego, Cincinatti. Y, luego, el Open de EEUU. ¿Objetivo? Ninguno. "Bueno, sí, sentir que estoy bien, saber dónde estoy, seguir mejorando, seguir entrenándome con la suficiente alegría como para ser tan competitivo como siempre. Solo estaré mentalmente renovado cuando vuelva a competir, cuando me vuelva a sentir tenista. ¿Ganar? Por supuesto, de lo contrario me quedaría en casa".

VOLVER A SER FELIZ Nadal, que asegura escuchar mucho a su entorno, reconoce que nadie dijo: "Paremos, basta". Y, cuando ocurrió, ya era demasiado tarde. "Fue en Madrid donde alguien dijo: ¿qué hacemos aquí? Pero ya era demasiado tarde, el daño ya estaba hecho". Y ha costado mucho recuperar el estado de forma. ¿Para bajar el punto de sufrimiento? "No, para volver a ser feliz. Yo he convivido toda mi vida con el dolor. Sin sufrimiento no hay felicidad. Lo que te da la felicidad cuando logras algo no es el título, ni los puntos, ni siquiera el dinero; lo que te hace feliz es saber y valorar lo mucho que te ha costado alcanzar esa meta".

Ese dolor tuvo un límite, y Nadal lo explica de forma natural. "Nunca me he creído Superman. Todo lo contrario, soy bastante normalito. Desde los cinco años me he acostumbrado a trabajar para ir al límite y saber convivir con el límite. Pero mi tenis, que está basado en una gran fortaleza física y mental, empezaba a resentirse por mi estado físico. Cuando el dolor de las rodillas empezó a afectarme mentalmente, decidí parar, no tenía sentido seguir".

Y ahora vuelve para saber dónde está. "Hay dos maneras de plantearte tu carrera: dosificarte y jamás llegarás donde quieres, o no dosificarte y aspirar al máximo. Yo, la verdad, siempre he prefiero esto último".