El español Rafael Nadal recuperó este lunes el primer puesto de la clasificación mundial, un privilegiado lugar que le era esquivo desde la semana del 6 de julio de 2014.

Tres años y 45 días después de la última vez que lució como número uno del mundo, el balear abre su cuarta etapa al frente del ránking de la ATP con el desafío de incrementar las 141 semanas que contabiliza como dominador del circuito masculino

Éstas se reparten del siguiente modo: 46 semanas entre el 18 de agosto de 2008 y el 5 de julio de 2009; 56 semanas entre el 7 de junio de 2010 y el 3 de julio de 2011; y 39 semanas entre el 7 de octubre de 2013 y el 6 de julio de 2014. Ahora, con 7.645 puntos y un botín de cuatro títulos (Roland Garros, Montecarlo, Madrid y Barcelona), Rafael Nadal aspira a despedir la temporada desde esa posición, algo que ya consiguió en el cierre de 2008, 2012 y 2013.

Fue, precisamente, en el año 2008 cuando el deportista mallorquín ocupó por primera vez el primer puesto. Tenía 22 años. Ahora tiene 31.

«Recuperar el número uno nueve años después de haberlo alcanzado por primera vez no tiene precedentes. Rafa ha ido sembrando récords en una carrera extraordinaria y este es impresionante. Demuestra su increíble dedicación y longevidad», destacó el director ejecutivo y presidente de la ATP, Chris Kermode.

El propio jugador se mostró orgulloso de su capacidad para volver a liderar la clasificación mundial después de una última etapa marcada por las lesiones.

«Ser número después de todo lo que he pasado en estos últimos dos años es algo increíble. Es un logro indescriptible volver a estar en esta posición tres años después», afirmó Nadal. Su equipo técnico remite al nivel de su tenis para justificar su ascenso al número uno.

OBJETIVO CUMPLIDO / «Ha vuelto a jugar bien, a ganar partidos y, sobre todo, torneos importantes. De alguna manera, se ha cumplido un objetivo. Recuperar el número uno demuestra lo bueno que es Rafa, pero también lo longeva que ha sido su carrera», valoró Francis Roig en declaraciones que la ATP recoge en su página web. «El número uno es como recoger los frutos de una grandísima temporada. Es algo que ha merecido totalmente», apuntó Carlos Moyà.

No hay, en efecto, un jugador mejor que Rafael Nadal en la vigente temporada. El español no solamente lidera la clasificación mundial sino que también ostenta el primer puesto de la Carrera a Londres gracias a su décimo triunfo en Roland Garros y sus victorias en Montecarlo, Barcelona y Madrid.

En 2017 disputó también otras tres finales (Abierto de Australia, Abierto de México y Masters 1.000 de Miami) que le han impulsado hasta el número uno.

Mientras tanto, el búlgaro Grigor Dimitrov, séptimo cabeza de serie, se proclamó nuevo campeón del Masters 1.000 de Cincinnati (Estados Unidos) al vencer en la final por 6-3 y 7-5 al australiano Nick Kyrgios, que fue precisamente el verdugo de Nadal en este torneo.

El partido, que duró una hora y 25 minutos, permitió a Dimitrov, de 26 años, conseguir el primer título en un Masters 1.000 y se llevó un premio en metálico de 954.225 dólares y 1.000 puntos para la clasificación de la ATP, donde por primera vez esta temporada vuelve a estar entre los diez primeros.

Mientras que Kyrgios, de 22 años, que también jugó también su primera final de un Masters 1.000, recibió un cheque por valor de 467.880 dólares y 600 puntos para la clasificación mundial en la se coloca dentro de los 20 mejores del circuito.

Kyrgios, que fue el verdugo de los españoles Rafael Nadal, primer cabeza de serie, en los cuartos de final, y del compatriota de éste David Ferrer, en las semifinales de la cita estadounidense, esta vez no pudo decidir con éxito con su poderoso saque a pesar que colocó un total de 15 ‘aces’ con 4 dobles faltas, comparados a 6 y 5, respectivamente, de Dimitrov, que aprovechó la dos ‘breaks’ que tuvo, uno en cada set, por ninguno de su rival.