El escolta de la selección española de baloncesto Juan Carlos Navarro expresó ayer su "tremenda ilusión y felicidad al haber llegado a un acuerdo con los Memphis Grizzlies", equipo de la NBA en el que jugará a partir de la próxima temporada.

"Aunque no está firmado, pienso que todo está muy cerca y que el acuerdo es inamovible", indicó Navarro a los periodistas tras participar en el entrenamiento que la selección celebró en Bahía Sur.

Navarro admitió que ha "pasado unos días complicados" y que "las condiciones no son las esperadas. Eso me hace depender de mí, así que confío en mis posibilidades", agregó.

Navarro admitió que la presencia de su compatriota Pau Gasol en Memphis "ha sido un gran impulso" y recalcó que "es una felicidad añadida poder jugar con él".

Sus ansias por ser el séptimo español que juega en la NBA han llevado al ídolo del Palau a embarcarse en esta empresa a sabiendas de que perderá dinero. En primer lugar porque cobrará 1,1 millones de dólares brutos (796.000 euros), la mitad de lo que percibía como azulgrana. Deberá pagar al Barça un millón de euros por cada año que esté en EEUU (los Grizzlies contribuirán, como máximo, con 500.000 dólares --362.000 euros--, techo que fija la NBA para pagar por la libertad de un europeo).

Ayer mismo, el gerente general de los Grizzlies de Memphis, Chris Wallace, fue categórico cuando dijo que lo único que hay con el jugador es un "principio de acuerdo" entre su equipo, los Wizards de Washington y el Barcelona. "Para mí, cuando miró a los acuerdos de la NBA, hasta que no se ha hecho oficial por parte de la liga no hay traspaso y eso es lo que está sucediendo en nuestro caso", explicó Wallace al periódico de Memphis The Commercial Appeal .

En principio, la compensación que recibirá el equipo de Washington será una primera ronda del draft a cambio de los derechos de Navarro, que al fin podrá centrarse en la preparación del Eurobasket que se disputará en España.