El centrocampista checo Pavel Nedved, el gran ausente del Juventus Turín en la final de la Liga de Campeones de Europa, que le enfrentará el miércoles al Milán, ha señalado que jugar dicho encuentro era su sueño, pero que se "vengará" en la final de la Copa Intercontinental, en Japón.

"Era mi gran sueño jugar esta final y siento mucho el no poder cumplirlo. Pero no me siento culpable por la amonestación que me trajo la suspensión", comentó un Nedved que es baja en el Juventus por acumulación de tarjetas amarillas, tras serle mostrada la segunda en el partido de vuelta de las semifinales.

Según Nedved, en el campo "no ahorras nunca energías": "No lo hice ni siquiera contra el Real Madrid. Hasta que el árbitro no me mostró la tarjeta amarilla delante de la nariz, no pensaba en la amonestación. Después, el mundo se me vino encima".

Nedved acudirá a Manchester, pero en lugar de estar sobre el terreno de juego se verá obligado a seguir el partido desde la tribuna. "Desde luego, estaré más nervioso que si jugase y será aún más doloroso ... estaré con corbata. No estoy habituado y no me siento a gusto", apuntó.

EQUILIBRIO

El centrocampista checo indica: "Será un partido igualado, pero ello no quiere decir que será feo. Es más, podría incluso resultar espectacular, pese a que los dos equipos se conocen de memoria desde el punto de vista táctico".

Nedved es a juicio de muchos uno de los principales candidatos a hacerse con el Balón de Oro´2003: "Estoy contento de ello, pues este prestigioso trofeo se une a grandes campeones. Pero mi pensamiento sigue estando en la final. Animaré a mis compañeros, sufriré".

"Tanto el Juventus como yo estamos viviendo una gran temporada. He encontrado esa continuidad que me faltaba en la pasada campaña", manifestó el centrocampista checo.