CACERES: Marco (2), Parejo (5), Ben Mockford (14), Tautvydas Slezas y Rolandas Jakstas (12) --cinco inicial-- Alvaro Frutos (2), Víctor Serrano (8), Sergio Pérez (12), Aña Cruz (5), Guille Corrales (0), Carlos Toledo (2), Alberto Cano (0).

ESTUDIANTES: Jaime Fernández (10), Zech Graham, Vicedo (6), Juancho Hernangózmez (21) y Bircevic (6) --cinco inicial -- Guerra (4), Brizuela (9), Javi Salgado (6), Saisbury (0), Martínez (0) y Torres (0)

MARCADOR POR CUARTOS: 19-17, 48-26 (descanso), 60-45

INCIDENCIAS: Partido a beneficio de la Federación de Amigos del Pueblo Saharaui.

Un gran primer tiempo y un pésimo segundo fue el balance del Cáceres en su estreno de pretemporada en Plasencia. El equipo de Ñete Bohigas terminó cediendo (65-67) ante el Estudiantes, de Liga Endesa, en un encuentro desigual.

El Cáceres empezó algo dubitativo, con algunas pérdidas de balón y poco fluido en ataque, pero la salida de varios jugadores desde el banco le dio la vuelta al encuentro.

La fuerza física de Alvaro Frutos en defensa, el acierto exterior de Añaterve Cruz y la polivalencia de Sergio Pérez otorgaron una nueva dimensión al juego de los de Ñete Bohigas, que paralelamente mantenía las señas de identidad en positivo de la temporada pasada. Había mucha solidaridad defensiva, generosidad en ataque y ningún foco principal de anotación, con el protagonismo muy repartido.

Ya los primeros diez minutos finalizaron con ventaja (19-17) y muy buenas sensaciones ante un Estudiantes que no encontraba el camino al aro.

El segundo cuarto multiplicó esa tendencia con Guillermo Corrales en la dirección y el regreso a pista de Sleza. Se trata de un jugador distinto, un enorme pasador en el poste bajo que se entiende muy bien con su compatriota Rolandas Jakstas. Prometen. También es duro y decidido, aunque se intuye un pequeño problema con él en los tiros libres. Fue uno de los protagonistas del despegue definitivo de un Cáceres inspiradísimo, salvaje en defensa y que empezó a gustarse corriendo al contraolpe.

Enfrente estaba un Estu boquiabierto ante la avalancha de juego extremeño, de tal forma que le costa litros de sudor hacer una canasta.

El choque llegaba al descanso con un claro 48-26 y una sonrisa general en equipo y aficionados.

CAMBIO DE TERCIO En el tercer cuarto, el ritmo bajó en general, pero los madrileños limaron la diferencia. Lo peor para el Cáceres estaba por llegar. Un impresionante apagón ofensivo conllevó a que el partido se igualase en la recta final, con 25-0 de parcial. La primera canasta extremeña en el último cuarto no se produjo hasta faltando 3 minutos y 22 segundos y hubiese sido la única de no producirse un intrascendente triple de Ben Mockford en el último segundo.

El equipo de Diego Ocampo culminó la remontada a base de un gran esfuerzo físico y la mayor decisión individual de jugadores como Jaime Fernández, Hernangómez o Stefan Bircevic.

En esta recta final el Cáceres notó poca frescura física. A reseñar que Carlos Toledo, cedido al Avila, jugó unos minutos, así como el junior Alberto Cano. No estuvo, sin embargo, el pívot Mansour Kasse, con problemas físicos que hicieron que Bohigas le reservarse.

En el otro partido anterior, el Moraleja derrotó al Adepla Plasencia por 40-38 con dos tiempos de 20 minutos a reloj corrido. Ambos equipos de la Primera Nacional, grupo extremeño.