El Barcelona afronta hoy en el Camp Nou uno de los encuentros que pueden marcar su futuro inmediato, ya que si es incapaz de solventar su compromiso europeo ante el Newcastle United, el mundo se les puede venir abajo a los azulgrana y se adivinan medidas a muy corto plazo.

Tras la penosa trayectoria liguera, culminada con una derrota en Vallecas (1-0), al Barcelona le queda poco a qué acogerse. El equipo no funciona, Louis van Gaal está tan cuestionado como Joan Gaspart y los rumores sobre cambios inmediatos se repiten con insistencia.

Si los azulgranas no resuelven, se abrirá la caja de los truenos. Vendrán nuevos fichajes, se impondrá otro rumbo y seguramente a Van Gaal, el entrenador contratado más por su eficacia, le quedarán menos horas en el banquillo barcelonista.

Y es que difícil encontrar precedentes a la actual trayectoria del equipo catalán. Lleva cuatro partidos ligueros sin marcar y hace 31 temporadas que el Barcelona no promediaba menos goles a favor. en cuanto a la clasificación, está a 13 puntos del líder, pero ahora la mirada se centra en Europa, donde el cuadro azulgrana marcha inmaculado, en un extraño ejercicio propio del binomio Jekyll y Hyde.

Todo lo que no sea ganar mañana, será un problema para el Barcelona. Van Gaal lo ha probado todo, pero los resultados no llegan. Puede alinear a su tridente ofensivo Riquelme-Saviola-Kluivert), reforzar el medio campo o poblar más su defensa, pero los resultados, al menos en la liga española, son deprimentes para sus seguidores.

En Europa, sin embargo, es diferente y a ese espíritu ganador es a lo que quiere acogerse el Barcelona para mantenerse. Una victoria sería un alivio para los catalanes, especialmente porque la competición europea no se reanudará hasta el próximo febrero y el respiro sería considerable.

Por si tuviera pocos alicientes, el encuentro supondrá el retorno a Barcelona de Bobby Robson, el técnico que entrenó al victorioso equipo liderado por Ronaldo y que, salvo la liga, se llevó todos los títulos en disputa.

VAN GAAL SE DEFIENDE

Van Gaal dijo ayer que se considera el técnico "más adecuado" para dirigir el actual Bar§a, a la vez que opinó que "no sería muy inteligente" optar en estos momentos por su destitución.

"Estoy convencido de que soy el entrenador para el Barcelona, más adecuado que otro, porque conozco a esta plantilla. Y si ellos (la directiva) deciden cambiar a este entrenador, esto no sería muy inteligente. Pero ellos pueden hacerlo", señaló el técnico, que se mostró convencido de contar con el apoyo de Gaspart. "El está tan decepcionado como yo, pero tenemos que continuar y animar a los jugadores", resaltó.