Después de dos semanas fomentando las especulaciones y creando un clima de inquietud en el Barça, Neymar junior tardó media mañana en anunciar que se marcha del club. Y lo hizo, tomando un avión privado. Hacia Oporto, en una escala técnica donde aguardará acontecimientos; es decir, que el Paris Saint Germain le entregue un cheque por valor de 222 millones que le permitirá liberarse del contrato que tenía con el Barça hasta el 2012. Sin hablar más que lo justo y necesario en el último momento, pasó por la ciudad deportiva para despedirse de sus compañeros, acudió a las oficinas para confirmar que se va y se trasladó al aeropuerto.

El desenlace del serial tuvo un final fugaz en contraste con la lenta sucesión de los capítulos, salpicados de rumores, incertidumbres, y filtraciones interesadas. El Barça guarda todavía la compostura formal.

PERMISO TEMPORAL / «El jugador continúa con contrato en vigor con el FC Barcelona, pero con permiso temporal para no participar en las sesiones de entrenamiento», expuso la entidad en un comunicado, anunciando también que remite a Neymar al pago de la cláusula de rescisión. «El PSG va a pagar la cláusula en las próximas horas», aseguró Wagner Ribeiro, uno de los agentes de Neymar, que en su día negoció su traspaso al Madrid y ahora dirige la marcha del jugador al club francés. La ceremonia de presentación en París podría celebrarse este fin de semana.

Ribeiro era uno de los integrantes de la comitiva que formó el clan en su, tal vez, penúltimo recorrido por la ciudad -faltará acabar la mudanza-y que pasó por Sant Joan Despí, las oficinas de Arístides Maillol con destino último del aeropuerto. Mientras tanto, algunos ya excompañeros de Neymar devolvían la despedida publicitándola en las redes sociales. Una de las más emotivas fue la de Leo Messi. «¡Fue un placer enorme haber compartido todos estos años con vos».

La primera escala tuvo lugar en la ciudad deportiva. Neymar confirmó a Ernesto Valverde que se iba y desmontaba el tridente sobre el que pensaba edificar su proyecto en la temporada de su debut. A continuación, acudió al Camp Nou. En ausencia de Josep Maria Bartomeu, el presidente, le atendieron a él y a su padre Òscar Grau (director ejecutivo), Raúl Sanllehí (director de fútbol y el negociador de su fichaje en el 2013) y el directivo Enrique Tombas (tesorero), quienes les repitieron que quedaba retenida en un notario la prima de 25 millones como pago extraordinario a la renovación del contrato firmado en octubre y que quedará roto diez meses después.

Esta cantidad corresponde, sin embargo, a la segunda parte de ese premio. Neymar padre ya cobró la temporada anterior (16-17), la primera del nuevo contrato. El club no quiso desvelar la cuantía de ese pago. Una versión apunta a que el total de esa prima era de 40 millones, con lo que habría cobrado 15 adicionales a la ficha anual, que también rondaba los 25 millones: otra estimación es que podría haber sido de 25, justo la mitad de lo que se adeuda en ese segundo pago embargado «hasta la resolución del caso», según la nota del Barça.

COUTINHO, EL PRIMERO / Esa resolución parece inminente, según anuncian medios franceses. ‘Le Parisien’ informó que el vuelo a Oporto, donde se encontraría el clan Neymar con Maxwell, exjugador del Barça y del PSG retirado esta semana era una maniobra de distracción. El jugador aterrizaría este jueves en París, sería presentado el viernes y acudiría el sábado al estreno del PSG en la Liga, frente al Amiens en el parque de los Príncipes (17 h.) para ser aclamado por la hinchada, también azulgrana. De ser así, el Barça respirará tranquilo. Necesita los 222 millones para acometer reforzar el equipo.

Consumada la noticia por la sensible pérdida de un futbolista extraordinario, que ha marcado 105 goles en 186 partidos y ha colaborado en la conquista de 10 títulos, los ejecutivos tratan de cerrar el fichaje de Philippe Coutinho, otro brasileño de 25 años. El Barça seguirá esperando. Esta vez, conocida ya la respuesta de Neymar, a recibir los 222 millones. Y cruzando los dedos para que se produzca lo antes posible para reinvertirlos.