El Real Madrid pretende saldar hoy deudas históricas en el Olímpico de Múnich, donde nunca ha conseguido evitar la derrota, y lo hace sin querer colgarse realmente el cartel de favorito ante un Bayern que para esta ocasión, lejos de declaraciones altisonantes, ha querido disfrazarse con una piel de cordero que puede resultar engañosa.

El coliseo que albergó los Juegos Olímpicos de 1972 es, sin duda alguna, maldito para el Real Madrid, pero aún así al campeón español le queda el consuelo de que pese a no haber conseguido arrancar ni siquiera un empate sí que las derrotas le han servido para eliminar en tres ocasiones al Bayern.

Bávaros y madridistas reeditarán históricos y recientes duelos en una eliminatoria que ninguno de los dos bandos quería, porque sus enfrentamientos en los últimos años han sido numerosos y porque, pese a que da opciones a la revancha, la Liga de Campeones se encuentra en una fase demasiado temprana como para decir adiós.

Pese a que con la incorporación del exdeportivista el Bayern teóricamente potenciaba aún más su plantilla, el equipo bávaro acude a esta confrontación en un mal momento.

DUDAS Eliminado en la Copa por el modesto Alemmania Aachen, prácticamente había dicho adiós a la Bundesliga, aunque tras este sábado, el gol del argentino Martín Demichelis ante el Hamburgo le dio la victoria y le permitió recobrar opciones de luchar por el título.

No obstante, su juego deja más que insatisfechos a sus seguidores, que esperan que el cuadro bávaro despierte de su letargo futbolístico en Europa ante el Real Madrid y se mantenga vivo para aspirar otra vez a reinar en el Viejo Continente.

La movilidad y la pegada de Makaay, la llegada de Ballack y el trabajo de desgaste del peruano Claudio Pizarro o el paraguayo Roque Santa Cruz, serán los argumentos ofensivos de un Bayern que apostará por una fuerte presión en la medular para anular la teórica superioridad técnica de Zidane y compañía.

Si se presupone que es clave la actuación de la zaga y del doble pivote Guti-Beckham en la medular, también lo será, en la vertiente ofensiva, la aportación del mago Zizou , que tratará de resarcirse de sus malas noches en el Olímpico, y su conexión con los Figo, Raúl y Ronaldo, quien podría aprovechar los huecos que deje atrás un enemigo obligado a atacar.

EL TIEMPO Hitzfeld pretende darle ritmo al encuentro y no dar respiro a los madridistas, forzar la máquina y aprovechar además el factor meteorológico y la teórica debilidad del Madrid con nieve y mucho frío.

Para el Bayern es primordial ganar sin encajar gol alguno, aunque sea sólo por 1-0, y para el Real Madrid lo es marcar y no sufrir una derrota amplia. Sin embargo, según las sensaciones dadas por unos y otros últimamente, el equipo de Queiroz, que contará con todos los galácticos , se presenta superior.

El Olímpico volverá a vestir sus mejores galas. La afición del Bayern creará una atmósfera especial, aunque el Madrid estará apoyado por 3.000 seguidores.