El mal inicio del equipo no le inquieta especialmente, o al menos así lo asegura. Tampoco duda de la capacidad del entrenador y director deportivo del club, ya que manifiesta tener una fe ciega en Ismael Díaz. Pero el presidente y máximo accionista del Cacereño, Félix Campo, sí se queja de la respuesta de la afición cacereña ante el nuevo proyecto.

¿Qué grado de alarma tiene el presidente del Cacereño tras el inicio liguero?

--Es muy pronto para alarmarse, tenemos plena confianza tanto en el equipo de jugadores como de técnicos y seguro que esta situación se solucionará en breve.

¿A qué achaca la racha de resultados negativas del inicio liguero?

--El fútbol, como todos los aficionados saben, es muy complejo y las cosas suceden por muchas circunstancias adversas. Tenemos que tener en cuenta que los resultados son consecuencia de la intervención de mucha gente, cada una de ellas con sus circunstancias, y todo ello se tiene que conjugar para formarse el equipo. Pero si a esto le unimos que en el momento de la competición tenemos otros dos grupos de personas como el equipo contrario y la afición, nos encontramos con otras circunstancias que pueden alterar el resultado, y todo ello sin tener en cuenta la actuación arbitral.

¿Es cierto que está desmoralizado, tal y como han señalado tras la última junta de accionistas?

--Después de la campaña que tuvimos la temporada anterior, esperaba otra respuesta de Cáceres. Hemos diseñado una campaña de socios creo que interesante y novedosa y he visto que el resultado no ha sido ni mucho menos el esperado.

¿Sigue teniendo la misma confianza en el entrenador y director deportivo?

--Sí, mi confianza es total.

¿En algún momento se ha arrepentido de haberle renovado tres años?

--No, a un profesional no sólo se le puede medir por un periodo tan corto. Pienso que el análisis de su trabajo tiene que ser más profundo y no sólo por los resultados del momento, sino que también es muy importante el trabajo que se realiza día a día y esto se verá con el tiempo.

Un equipo en Tercera y otro en División de Honor de juveniles, además del Segunda B, y no por ello el número de socios ha aumentado. ¿A qué cree que es debido?

--Si supiese el motivo real por el que Cáceres no responde como yo esperaba y desearía, pondría el remedio adecuado, pero la verdad es que no entiendo que Cáceres no apoye.

Antes de la pretemporada reconoció que había hablado con el presidente del Granada para vender los derechos deportivos del club. ¿Por qué no lo hizo?

--Ya lo contesté en su momento: no tengo ninguna intención de vender las acciones del club, al menos para salir el club de Cáceres. Es un club de Cáceres y debe estar aquí, y estoy seguro de que el día que decida vender las acciones alguna persona o algún grupo de Cáceres estarían interesados en comprar. Este es un club como hay pocos: actualmente está totalmente saneado.

¿Estaría dispuesto, de verdad, a vender?

--No, actualmente no.

Cree que el Cacereño está bien tratado por las instituciones?

--Yo esperaba más, y digo porqué: estamos dando una educación deportiva a muchos chicos de Cáceres y su entorno, preparándoles para una profesión y además dándole un entendimiento y una formación física, damos espectáculo a la ciudad y todo ello sin tener ingresos necesarios para su mantenimiento. Y ya sólo no nos ayudan lo suficiente para mantener esta estructura, sino que pedimos ayudas para montar un campo para la ciudad que sea compartido con otros equipos y no encontramos respuesta.