El anuncio de Cachola no es el primero de esta índole que hace en su trayectoria como presidente del Cerro de Reyes en esta época del año. En al menos otras dos ocasiones manifestó públicamente que abandonaba el club, lo que significaba en la práctica que la entidad no podría seguir adelante.

Sin embargo, esta vez sus palabras han sonado muy sosegadas, como dando ya por hecho que no hay solución posible. "Esto no es un calentamiento", llegó a decir ayer. De hecho, varios futbolistas emblemáticos del equipo blanquiazul en los últimos años ya están buscándose un nuevo destino a sabiendas de que sus renovaciones resultan extremadamente complicadas.

Si finalmente el Cerro no sigue en Segunda B por razones económicas, el fútbol extremeño prolongaría su negra historia en este capítulo. El CP Mérida, tras estar en Primera División dos temporadas, desapareció en el 2000. En el 2006, el CD Badajoz descendió de Segunda B a Tercera por los impagos, el mismo calvario que vivió un año después el CF Extremadura, aunque en el caso de los almendralejenses terminaron en Regional Preferente y ahora en Primera Regional. El pasado verano, el Mérida UD tampoco pudo hacer frente a las deudas y perdió su puesto en Segunda B en beneficio del Villanovense, curiosamente un club que tuvo que refundarse en 1992.