Presumo un Mundial muy igualado, al menos en lo que se refiere a los equipos llamados favoritos. No veo que haya uno claro, ni siquiera el que todos pensamos, ya que a un solo partido puede pasar cualquier cosa. Hay varias selecciones que creo que pueden ganar el campeonato por sus armas. A lo mejor la forma de concebir el fútbol es distinta a la de Brasil. Hay que reconocer que hace cuatro años los brasileños ganaron porque eran los mejores. Ahora también lo son, pero hay más alternativas que en Corea y Japón. Alemania llegó a la final, sí, pero no hizo prácticamente nada y estuvo favorecido por el calendario. Sobre España, estamos con lo de siempre: la enorme presión que nos rodea, no ya por ganar el Mundial, sino por pasar de cuartos. Creo que la prensa presiona demasiado. Aquí cada partido de preparación es un examen final, y eso es negativo y contraproducente. En definitiva, somos una incógnita, como siempre, pero esperemos que cambie.